La Iglesia del Barrio Ferroviario se presentó a un concurso que organizó Carrefour y fue premiada con medio millón de pesos. Ahora, la Fundación Vientos del Norte (que solo puso la entidad para que la Iglesia se presente al concurso), le reclama a la Iglesia la ‘mitad del dinero ganado’. El aberrante hecho sucede en nuestra Ciudad y pone al descubierto la ambición desmedida y desleal de nuestros políticos, que se esconden detrás de Fundaciones.