Desde la Plaza 25 de Mayo, encadenada a un árbol, González destacó: “el doctor Farías no nos atiende, cuando voy yo no me atiende, es una persona muy soberbia”.
Con respecto a su hijo, González indicó que no habla. “Está callado, no pide nada. Pienso que quiere estar sentado con su hijo y comer en la mesa con él. Es un chico de trabajo, que cuida a sus hijos, familia, nunca le gustó molestar a los vecinos. A él lo único que le importaba era trabajar”.
Remarcó que su reclamo se basa en “pido la domiciliaria para mi hijo, para poderlo cuidar, ponerle un médico. Temo por la vida de mi hijo, mi hijo ahí corre riesgo”.
Cabe recordar que el hecho tuvo lugar en noviembre de 2017 cuando Juan José Cano asesinó al joven Diego Torres de una cuchillada en el pecho. Al llegar la policía, encontraron a Torres tendido en el piso con una herida de arma blanca en el pecho, y a un segundo herido, de apellido Álamo, con una herida cortante en un brazo. Torres falleció antes de llegar al Hospital Vera Barros. En aquel entonces se difundieron imágenes de vecinos que presenciaron el hecho en el barrio Yacampis, en las que se ve a Cano cuchillo en mano.