A pesar de que no ha trascendido el nombre de la compañía, se sabe que es de Arabia Saudita, y que la azafata de vuelo podría haber estado ganando casi 900.000 euros al año.
El negocio de la mujer salió a la luz cuando fue atrapada en el baño hace poco en una de sus servicios, por lo que fue despedida de forma fulminante, además de que podría ser expulsada del país. El propio diario digital logró hablar con una fuente que reconocía que la azafata «admitió que tuvo relaciones sexuales con muchos otros pasajeros durante el vuelo y que ella prefería vuelos de larga distancia entre el Golfo y los Estados Unidos».
A principios de este año el mismo medio informó que algunas azafatas de vuelo con problemas de liquidez en Japón están recurriendo a la prostitución a fin de complementar los salarios decrecientes.
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