Hasta el 4 de Junio de 2018, día en que Sergio Casas le pidió la renuncia a Ricardo Guerra, el poder de caja lo manejaba Luis Beder Herrera. La Provincia tenía ‘doble comando’: el formal y legal, a cargo de Sergio Casas; y el ‘real’, a cargo del ex Gobernador que sostenía una cuota importantísima de poder. Desde ese día, el bederismo fue desplazado progresivamente del Gobierno, y Sergio Casas fue ganando casilleros en el dominio de poder.
Su cenit llegó entre Diciembre y Enero, cuando se aprobó la Enmienda Constitucional y todo parecía indicar que Sergio Casas se quedaría hasta 2023. Sin embargo, el Jueves 21 de Marzo la Corte Suprema volteó la Enmienda, dando la certeza de que el Gobernador dejaría de serlo el 10 de Diciembre de este año. Como era previsible, desde entonces, la dirigencia se fue dividiendo entre los posibles sucesores de Casas.
El ‘eso hablalo con Beder’ que primó hasta el 4 de Junio de 2018, fue reemplazado por ‘eso tratalo con Ariel’ a partir del 31 de Agosto, día en que se proclamó oficialmente la candidatura de Ricardo Quintela a la Gobernación. Ergo, durante la gran parte del presente mandato, a pesar de los cambios de nombres, primó un ‘poder compartido’ en el Gobierno. A Beder le siguió Gastón, y a Gastón Ariel, pero siempre hubo una figura política muy fuerte que acompañaba al Gobernador en la conducción de la Provincia.
Uno de esos nombres, Ariel Puy Soria, el Viernes disparó una frase tajante: “Cuando Quintela asuma la Gobernación se acaba el doble comando, él será quien Gobierne y quien conduzca”. Puy Soria fue uno de los grandes ganadores del #27O (fue él quien impulsó a Quintela como candidato, y fue además el Jefe de Campaña del Gobernador electo), y algunos especulaban con la predominante posición que tendría en la próxima Gestión.
“Quintela ganó la elección, y con ello el derecho a elegir quiénes integrarán su equipo, solo él lo sabe”
Reconociendo el liderazgo fuerte y la calidad innata de conductor que caracteriza a Ricardo Quintela, el propio Puy Soria dejó el Ego de lado y dilapidó cualquier tipo de dudas: “Quintela ganó la elección, y con ello el derecho a elegir quiénes integrarán su equipo, solo él lo sabe”, cintureó ante la consulta sobre los nombres del próximo Gabinete y luego insistió: “se acabó el doble comando, Quintela será quien Gobierno y quien conduzca”.
Efectivamente, quien conoce a Ricardo Quintela sabe que de ninguna manera delegará espacios de poder que mengüen la Conducción de Gobierno. No se puede adivinar el futuro, y por lo tanto nadie sabe si la Gestión de Quintela será exitosa o no, lo que sí es un hecho que será ‘Gestión Quintela’, con sello y estilo propio. Pocos políticos en La Rioja dominan el arte de la conducción como el actual Diputado Provincial. Lo demostró en sus 12 años al mando del Municipio capitalino.
No se puede adivinar el futuro, y por lo tanto nadie sabe si la Gestión de Quintela será exitosa o no, lo que sí es un hecho que será ‘Gestión Quintela’, con sello y estilo propio.
Días antes de que se lo proclamara como candidato a Gobernador del Frente de Todos, Quintela recibió en su campo a Luis Beder Herrera. El ex Gobernador le fue a ofrecer ser su Vice, conformando una fórmula juntos que garantizaría el triunfo. Para sorpresa de muchos, el Gitano lo rechazó. Es que Quintela no solo sueña con Gobernar La Rioja, sino con ‘conducir los destinos de la Provincia’, que no siempre es igual.
Teniendo a Beder Herrera de Vicegobernador, el fantasma del ‘doble comando’ sería inevitable, y Quintela no estaba dispuesto a ‘compartir el dominio del poder’, incluso a riesgo de quedarse sin nada (en ese entonces disputaba la candidatura con López, Madera y Rejal y lejos estaba de ser el favorito).
Escuchar sí, delegar no
En este espacio hemos hablado de la teoría de los cuatro cuartos para conformar el próximo Gabinete: 25% quintelismo, 25% respetando un acuerdo político con Casas, 25% para Intendentes y Diputados, y 25% para el funcionarato actual. De ninguna manera esta Teoría contradice lo hasta ahora expuesto sobre el fuerte liderazgo y conducción que tendrá el Gobernador electo.
Ser un gran conductor no es sinónimo de absolutismo. Quienes crean que la única manera que tiene el Gobernador electo de demostrar su liderazgo es plagando de dirigentes propios y de confianza (quintelismo) el Gabinete, están equivocados. Probablemente esta Teoría de los cuatro cuartos sea cierta, y el Gobernador electo ‘escuche’ a todos los actores políticos que colaboraron para que el Frente de Todos gane las recientes elecciones.
Probablemente Quintela consulte a sus asesores, pero será él quien tome la decisión final y –sobre todo- quien le comunique al funcionario en cuestión el cargo que ocupará. Esto es, en la práctica, el fin del Doble Comando al que se refiere Puy Soria.
Lo que es un hecho es que no delegará responsabilidades y decisiones importantes; no se escuchará de boca de Quintela ‘ese Ministerio decidilo con Ariel, o con Armando’. Probablemente Quintela consulte a sus asesores, pero será él quien tome la decisión final y –sobre todo- quien le comunique al funcionario en cuestión el cargo que ocupará. Esto es, en la práctica, el fin del Doble Comando al que se refiere Puy Soria.
Alrededor de 600 cargos de Planta Política y cerca de 200 puestos en las SAPEM. Ese es el ‘cuadro’ que debe completar el Gobernador electo de aquí al 10 de Diciembre. Ochocientos lugares a cubrir puede parecer una enormidad, pero cuando se empieza a anotar todos los Intendentes, Diputados y Dirigentes –todos con sus respectivos espacios políticos-, los casilleros en blanco comienzan a desaparecer. Más, cuando un espacio muy grande que no estaba en los planes -como el Maderismo (se esperaba que desembarque en el Municipio capitalino)- se agrega a la lista.
Los enojados y la Contención
Cuando se defina el Gabinete, seguramente abrá enojados y decepcionados. El gran desafío de Ricardo Quintela será saber contener a todos, para que nadie se sienta afuera del Proyecto Político que comienza en Diciembre. Incluso, a pesar de la furia que puede desatar entre quienes caminaron las calles con el voto de Quintela Gobernador, no habría que descartar que el Gobernador electo convoque a ‘detractores’.
A pesar de la furia que puede desatar entre quienes caminaron las calles con el voto de Quintela Gobernador, no habría que descartar que el Gobernador electo convoque a ‘detractores’.
El manual de Construcción de Poder dice que los espacios no desaparecen, sino que son absorbidos por otros espacios. El bederismo, el paredismo y el bosettismo resultaron derrotados en las últimas elecciones. Si, apegado a la venganza y el rencor, el Gobernador electo echa y/o cierra las puertas a los dirigentes y militantes de dicho espacio; corre el riesgo de que los absorba otro espacio (la Intendenta electa) o bien que sigan respondiendo a sus actuales Jefe Políticos, y se reinventen en dos años.
Si, por el contrario, Quintela le arrebata el bederismo a Beder, el paredismo a APU, y el bosettismo a Bosetti; vaciará de militantes dichos referentes políticos, agigantando aún más el Quintelismo, y arrinconará a esas figuras a ‘sumarse al acompañamiento’ del nuevo Proyecto o pasar al ostracismo político.
Quintela sabe por experiencia propia lo dicho en estos párrafos. En 2015 uno de los espacios más derrotados -sino el más- fue el Quintelismo, que se quedó sin ningún cargo ejecutivo y sin ningún cargo legislativo de preponderancia, solo cuatro concejalías. Beder/Casas y APU no ‘contuvieron’ al quintelismo: no le dieron ministerios e incluso el Intendente dejó en la calle a varios empleados municipales ‘quintelistas’.
Esto le permitió a Quintela sostener -a grandes rasgos- a su espacio y comenzar la reinvensión que terminó con el triunfo del #27O. Un dato para tener en cuenta: el único quintelista ‘contenido’ en 2015 fue Hugo Vera, a quien se le dio la Subadministración de Vivienda. Vera hizo su propio camino y en la previa del #7S apoyóaba a Florencia López como candidata a Gobernadora.
Para bien o para mal, La Rioja tendrá en los próximos cuatro años un liderazgo muy fuerte en la conducción de Casa de las Tejas. Por más que por ahora se evite el tema, tras el 10 de Diciembre, será una cuestión de tiempo esperar que el entonces Gobernador reemplace a Sergio Casas en la Presidencia del PJ. La división entre bederismo y casismo quedará atrás, y el quintelismo será el ismo de moda, del que ningún dirigente justicialista se querrá quedar afuera.