Un sector del bederismo acusa a la legisladora de Famatina de ser la responsable del problema con los asambleístas, que no estaba en la agenda pública. Tras el enfrentamiento con la policía, se reavivó el conflicto de cara a las elecciones legislativas. Otro sector defiende su accionar, aunque reconocen la falta de cintura política de la diputada.
El oficialismo empezó la semana con una fuerte discusión interna en torno a la actuación de la diputada por Famatina, Adriana Olima. Tras la reaparición de las asambleas ciudadanas en los actos oficiales, especialmente en la Capital, han puesto en el ojo de la tormenta a la legisladora, quien actúa como una jefa comunal paralela, luego de la relación rota del gobierno provincial con el intendente Ismael Bordagaray.
Un sector del gobierno se alertó con lo sucedido en el desfile cívico militar, ya que el bederismo está encolumnado, por lo menos en público, ante las elecciones legislativas del 27 de octubre.
Tanto desde la Casa de Gobierno, como de la Legislatura, ya hay dirigentes que creen que Olima debe dar un paso al costado para descomprimir la situación en el oeste provincial, que otra vez se ha instalado en la agenda pública.
El conflicto minero de Famatina casi no existía en ningún medio y luego del enfrentamiento de la policía con los asambleístas ha puesto a la Provincia en los ojos de toda la prensa y ya es un tema de conversación en los hogares.
Mientras un sector del gobierno defiende a la diputada, aunque reconocen la falta de cintura política, otros entienden que la “marca Famatina” puede gravitar en los comicios y además pega en el corazón del Ejecutivo. A raíz de ello, el gobernador Luis Beder Herrera debió soportar en el acto oficial por el Día de La Rioja la protesta de los asambleístas, pese al impresionante sistema de seguridad.
Los otros ambientalistas estaban en la Plaza 25 de Mayo en una marcha que incorporó a sectores políticos opositores al bederismo.
Tanto los funcionarios, como legisladores, hasta intendentes, coindicen que “Famatina” ya es un gran problema para el oficialismo, con una posición firme de los jóvenes y que se trasluce en las redes sociales.
En menos de dos semanas, Famatina se reinstaló en todos lados, ya sea por lo que pasó afuera del acto del PJ en la cabecera departamental, como en el acto por el Día de La rioja. Ya muchos creen en el gobierno que de no dar señales hacia las asambleas se les hará difícil asistir a actos públicos. Esa señal sería la renuncia de Olima y posiblemente sancionar una ley para prohibir la minería a cielo abierto solo en Famatina, ya que las asambleas no han hablado de otros lugares de la provincia.