“Yo regresaba del boliche y en una vereda de mi barrio estos dos jóvenes estaban teniendo sexo al aire libre. Los fotografié y después me acerqué y les toqué bocina, ellos seguían como si nada y entonces descendí de mi auto y les dije que dejen de hacer eso y se retiren”, contó en una entrevista con Rioja Noticias.
Lo insólito fue la respuesta de la mujer. “Ya terminamos y nos vamos”, dijo.
“Yo estaba entre risas y enojo por lo que pasaba y por la repuesta de ella, el muchacho seguía de manera ciega a lo que estaba ocurriendo a su alrededor, hasta que salieron algunos vecinos alertados por los gemidos de esta mujer y se dieron con semejante echo en la vereda de sus domicilios“, siguió la denuncia.
“Una vecina mía salio a correrlos con una escoba y a los gritos le dijo que iba a llamar la policía. Entonces entendieron y subieron en una Motomel sin patente y se retiraron del lugar enojados”.
Pero la mujer siguió con su insólita actitud. “La calle es pública, mangas de hijos de puta”, les gritó.