Pablo Nieto, primo hermano de Franco, expresó su dolor y el de toda la familia, y dijo “sólo pedimos justicia para mi primo, lo que ocurrió fue terrible, nos dejó destrozados”.
“Franco era padre de tres niños, un adolescente de 16 años, un niño de 8, y una bebé de 40 días, él era el que mantenía la familia y el ejemplo de la familia, era una persona que no tenía problemas con nadie, su pasión era el fútbol, no tenía vicios”, manifestó Pablo.
Asimismo, el joven con gran dolor relató lo ocurrido el sábado.
“Ese día se estaba jugando en Aimogasta un partido de la liga de fútbol, dentro del campo de juego comienzan los insultos por parte de jugadores del equipo contrario del que jugaba Franco, (Chacarita Junior), allí lo expulsan a Franco, y el arbitro decide que se finalice el partido.
Minutos después su mujer y su beba, lo esperaban afuera del campo de juego, para dirigirse a donde estaba el automóvil, allí a pocos metros del vehículo, estos sujetos lo venían insultando, a pesar de las cosas que le decían el seguía caminado, y cuando llega al vehículo, dos sujetos lo comienzan a agredir con patadas, y después un tercero que le propinó el golpe en la cabeza”, finalizó con lágrimas en los ojos.
Con respecto a la donación de órganos, Pablo sostuvo que “somos una familia solidaria y estamos a favor de la donación de órganos, pero queremos que esté todo intacto para que los médicos forenses puedan trabajar”.
Por último, José un amigo de Franco que acompañó desde un primer momento a la familia, dijo que lo que ocurrió “fue una falta de código de los jugadores, el evento estaba terminado, nosotros sabemos que cuando uno termina de jugar, queda todo ahí, no sirve echarle la culpa a la liga, ni a la Policía, si el partido estaba finalizado”.

