Redacción de RiojaLibre
La coyuntura política en La Rioja provoca que en el peronismo no se busque un atajo de necesidad y urgencia, sino un camino consensuado con el poder de Gobierno, por la militancia y por la dirigencia del PJ. Obviamente, con la necesidad de ganar la elección se debe elegir al hombre, con nombre y apellido que pueda dar muestras de eficiencia, gestión y lealtad demostrada a partir de lo que fueron sus decisiones políticas, tanto en el pasado como en el presente, y tanto en su función legislativa, ejecutiva y cuando le tocó decidir el destino de su propio peronismo, en el llano.
Ricardo Quintela siempre fue protagonista del poder, pero desde afuera, solo por sumar a una causa peronista, causa en la que no siempre se le dio el lugar que se mereció como referente desde hace muchos años. Hoy, desde un frente amplio que abarca a todos los protagonistas del peronismo riojano, con el lugar que cada uno debe ocupar, muchos creen que llegó la hora de un diálogo abierto y sin exclusiones de los que representen una ideología peronista, nacional y popular.
En dicho diálogo se debe contar con la participación de fuerzas progresistas, sindicales y sociales para construir esa unidad inclusiva y fuerte, que se pueda imponer a una maniobra nacional, unitaria y neoliberal, representada en La Rioja por la UCR, PRO, Cambiemos, con supuestos peronistas negados a sumar por otros intereses.
Quintela acompañó, acompaña y acompañará al ‘compañero’ Sergio Casas, tanto en su Gobierno, como en la enmienda de la Constitución, lo hizo como siempre; con lealtad y sin recibir nada a cambio. Quizás ningún otro dirigente dio las muestras y pruebas de lealtad que le tocó dar a Quintela: en 2015 resignó sus aspiraciones sin recibir absolutamente nada a cambio. Siendo el Intendente y líder absoluto del Departamento Capital, no integró la fórmula, no fue principal candidato a Diputado Nacional, su espacio no recibió ningún Ministerio o área de Gobierno, pero el Gitano estuvo, acompañó, y fue determinante para que el PJ venciera a FCR.
Algunos creen que -si resulta ser ‘el elegido’- Quintela desembarcaría con su espacio propio (quintelismo) en la Casa de las Tejas, dejando a los otros sectores del peronismo afuera.
Pero quien conoce al Gitano, sabe que nada más alejado de la realidad; Quintela propone generar una coalición peronista de Gobierno, donde participen todos y cada uno de los peronistas, de Capital y del Interior, que sean representativos del Pueblo y que sean parte activa del mecanismo de construcción electoral.
Hay visiones diversas, habrá habido errores o no, pero sin dudas si hay que buscar un camino de necesidad y urgencia a recorrer para derrotar las aspiraciones de Macri en La Rioja, el nombre de Ricardo Quintela surge con lógica y naturalidad, como peronista, como dirigente, como administrador, demonizado algunas veces por quiénes sabían que no había nadie más peronista que él.
A Ricardo Quintela no hace falta inventarlo, no hace falta ‘hacerlo’, constuirlo como candidato; el Gitano tiene peso propio. Quienes se lo quieran apropiar indebidamente con intereses contrarios al Peronismo, tienen que recordar que el ‘compañero’ Quintela pertenece a ese Peronismo, a los humildes y a los Trabajadores, antes que a cualquier otro interés en particular. Hoy -tras el fallo de la Corte- Sergio no puede, y siendo el peronismo el Pueblo, a Ricardo Quintela no hay que inventarlo, simplemente está. El Peronismo tiene candidato.