En un informe que difundimos la semana pasada en RiojaLibre, y que esta semana tendrá eco en todos los medios de la Provincia, se demostró que la empresa de Héctor Olivares (Don Salim) contamina el Río Colorado en Villa Mazán, desechando soda caustica y ácido acético sin tratamiento previo. Ante la difusión y propagación de la noticia, los ciudadanos opositores que votaron a Olivares en las PASO se verán ante una encrucijada moral y ética.
La gran mayoría del ‘anti bederismo’ comenzó a solidificar su calidad de ‘anti’ por la insistencia del Gobernador riojano de imponer la Megaminería a cielo abierto en Famatina. Las estoica resistencia e histórica lucha de los famatinense, que fueron apoyados por el resto de la Provincia, para echar a la Barrick Gold y a Osiko, fue tomada por los dirigentes opositores para cimentar su espacio político. Julio Martínez e Ismael Bordagaray fueron quienes mejores capitalizaron los frutos de esa lucha antiminera, seduciendo al antibederismo y dando el gran golpe en las PASO del 2013, cuando por primera vez en la historia el peronismo perdió una elección provincial.
La oposición riojana siempre mostró un lado débil: la imposibilidad de mostrar un equipo sólido de trabajo en el que los ciudadanos confíen para Gobernar la Provincia. La ‘falta de propuestas’ fue una contaste en los ataques del oficialismo a Julio Martínez y compañía, pero el anti bederismo siempre apelaba a la misma estrategia para salir airoso: la lucha por el cuidado ambiental. El ‘Fama no se toca’ se transformó en una bandera inquebrantable, que la oposición usaba cada vez que se veía complicado. Nadie podía negar del compromiso y el respaldo de Martínez, Bordagaray, Crabbe, Brizuela y Doria, Ávila, etc. a los ambientalistas que levantaban una protesta ante cada amenaza bederista contra el medio ambiente.
Sin embargo, ahora algo cambió: el candidato riojano más importante de la oposición en las próximas elecciones es un ‘contaminador’. Héctor Olivares –primer candidato a Diputado Nacional por FCR- es propietario de una empresa que está siendo denunciada por la Secretaría de Ambiente por contaminar un río en Villa Mazán (Arauco). El agua –ese bien intocable para los ambientalistas- está siendo contaminada por el candidato que ellos mismos deben votar el 25 de Octubre.
La contradicción de FCR no tiene parangón: el mismo espacio que luchó contra la contaminación de Barrick Gold y Osiko en Famatina, que impidió que la CNEA continúe sus actividades en el Veladero, que presionó para que el Municipio Capitalino se declare ‘No Tóxico’, que está alerta en Laguna Brava ante cualquier arribo de una empresa que contamine; es el partido que lleva a un dirigente denunciado por contaminador como primer candidato a Diputado Nacional.
Consecuentemente, Julio Martínez sitúa al militante de FCR o al simple ciudadano opositor ante un callejón sin salida: ¿A quién votar?. A la fórmula liderada por un contaminador o a la lista que encabeza Luis Beder Herrera. Tras el informe que difundió RL, muchos ambientalistas se enredan en un dilema moral que no tiene solución aparentemente favorable: ‘Ya teníamos que mirar para otro lado al poner la lista completa con Macri o Massa incluido, ahora también descubrimos que el estamento ‘Diputados Nacionales’ tampoco nos representa’. Los ‘anti bederistas’ ni siquieran se pueden consolar al segundo candidato de Olivares: Karina Molina fue ultra bederista hasta hace pocos años, acusada de sostener uno de los tantos ‘Municipios Paralelos’ que tiene el Gobernador.
Silencio Cómplice
Solo Marcela Crabbe –candidata al Parlasur- es una auténtica candidata del espacio antiminero; de los cuatro estamentos que se votarán el 25 de Octubre, los ambientalistas opositores solo se verán reflejados en el menos importante de ellos. No es un lugar cómodo el que le toca a Crabbe: no coincide en absolutamente nada con sus dos candidatos a presidente (Macri y Massa) y ahora se entera que choca frontalmente con su candidato a Diputado Nacional. Para la docente, cualquier amenaza contra el medio ambiente es un pecado mortal, merecedor de una fuerte campaña en contra. ¿Qué dirá cuando se haga masiva la difusión de ‘Olivares Contaminador’ y ya no pueda hacerse la desentendida al respecto?.
Crabbe ya dejó entrever su disconformidad con la lista que integra al Tuitear a favor de Margarita Stolbizer, candidata a presidente que compite contra los dos candidatos que ella lleva en su lista. La Diputada Provincial Lucía Ávila fue más allá y convocó a una conferencia de prensa para anunciar lo que te habíamos adelantado en RL: su espacio Nuestra Tierra no votará ni hará campaña por Mauricio Macri ni Sergio Masa. ¿El motivo? La falta de compromiso con el Medio Ambiente: ‘No fueron claros con respecto a la lucha contra la Megaminería a cierlo abierto’.
Aunque por compromisos financieros en Buenos Aires con Macri y Massa no se pueda exteriorizar, las diferencias internas en FCR están, y cada vez son más indisimulables. Al respecto, un dato esclarecedor: Inés Brizuela y Doria NO firmó el proyecto que Lucía Ávila presentó en la Legislatura contra la Megaminería. Algunos aseguran que tras su fluido acercamiento a Massa y Macri, Inés se estaría convirtiendo en pro minera; otros sostienen que es cuestión de egos, en la descarnada lucha por ser la ‘referente opositora’ en Capital.
Amén de ‘internillas’, en FCR existe una gran interna que no es difícil de explicar. Existen dos grandes grupos dentro de este frente que tuvo a la ‘lucha ambiental’ como piedra cimentadora: el primero es estrictamente político y está liderado por Julio Martínez e Inés Brizuela y Doria, vieron una posibilidad de ‘construir políticamente’ desde el ambientalismo y lo capitalizaron; el segundo es el más idealista, conformado por aquellos que creen en la defensa del medio ambiente más allá de la conveniencia política: Marcela Crabbe, Carina Díaz Moreno, Lucía Ávila, Carolina Suffich, Andrés Cejas, etc.
Pasado el ‘furor del ambientalismo’ es cuando empiezan a aparecer las diferencias: el Grupo Político comienza a observar que ya no todo lo que toca el ambientalismo es oro. Y el sector idealista empieza a darse que cuenta que el respaldo del Grupo Político era solo por ‘conveniencia política’. El caso ‘Olivares Contaminador’ será un nuevo foco desestabilizador en la connivencia de estos dos Grupos. Los idelistas (Crabbe, Avila, etc) no podrán evitar manifestarse al respecto: ¿buscarán excusas para defender a alguien que está contaminando el medio ambiente riojano?.
Tal como pasó con Fernando Niembro en Buenos Aires -el macrismo basa su Proyecto en denunciar la Corrupción del Kirchnerismo y su propio candidato termina siendo Corrupto-, en La Rioja FCR se enfrenta al penoso y lamentable hecho de que construyó su espacio en base a la lucha contra la contaminación del medio ambiente, y su propio candidato termina siendo un contaminador. Niembro debió bajarse de su candidatura. Olivares no lo hará, pero sin dudas FCR pagará costos morales, éticos y políticos que se verán expuestos en los resultados del 25 de Octubre.
0
0
