Los malvivientes cortaron el alambre perimetral e ingresaron ancapuchados a la confiteria y a punta de pistola llevaron a la cocina al único empleado que se encontraba allí y le pidieron al empleado la recaudación, la cual era muy poca.
En tanto, un uniformado de apellido Olmedo quien se encontraba haciendo guardia en el lugar intervino solicitándoles el alto y tras su pedido unos de los malhechores le gatillo unos tres veces, no pudiéndole salir ninguna bala.
Tras el intento fallido el uniformado decide reducirlo y trenzan a golpes de puño, pero en medio de la gresca el sujeto logra golpear a Olmedo con la culata del arma ocasionándole una herida importante en la cabeza.
Mientras esto ocurría el otro ladrón huía raudamente pero fue interceptado por un móvil policial que llegaba al lugar con refuerzo.
Finalmente, uno de los asaltantes pudo huir a pie por lo que está siendo intensamente buscado y ya se encuentra montado un operativo cerrojo.