El hecho ocurrió el pasado 24 de diciembre, donde el concejal Fabio Nicolás Bruna, fue demorado por el personal policial de la comisaría 8va. Al cual le realizan el test de alcoholemia arrojando resultado positivo de 1,80 a/s.
Tras conocerse el parte policial, el cual indicó que el concejal de Chepes, Fabio Bruna fue demorado por conducir bajo estado de ebriedad, el mismo edil salió a defenderse públicamente, pero en lugar de aclarar, dejó más dudas que certezas.
“Están tratando de perjudicarme todo el tiempo”, se victimizó y luego desmintió el informe policial: “venía con un amigo en mi auto. Yo estoy en mi casa tranquilo, el que venía manejando es un amigo mío”.
El concejal Bruna dijo que “me hicieron soplar la pipeta a mí que iba como acompañante”.
“Estábamos en una cena despidiendo el año y habíamos tomado algo con la gente de mi pueblo”, justificó.“Tampoco es para hacer una historia de eso”, intentó minimizar y para peor, la remató con una frase poco feliz, ya que consideró que «hubiera sido grave si hubiera pasado algo».
Al final terminó reconociendo que sí iba manejando, porque justificó que su amigo se bajó del auto metros antes del control, lo cual dejó aún más dudas que certezas.
Apenas terminada la comunicación, quien salió al aire fue el Comisario Tello, de la Comsiaría Octava, quien ratificó el parte y agravó la situación del Concejal: «detuvimos el auto porque venía haciendo zig zag, Fabio Bruna iba conduciendo, sin acompañantes en el auto, y dio 1,80 de alcohol en sangre».
El pedido de juicio político fundamenta por el mal desempeño de los poderes públicos en este caso es de una gravedad extrema, ‘ya que las maniobras desplegadas no tienen otro objeto que afectar el normal desenvolvimiento de autoridades constitucionales, afectando el honor del cuerpo y la actividad de este Concejo’.