La decisión de la Cámara Cuarta del Crimen –actuaron además de los tres jueces técnicos, un jurado popular- encendió polémica en Córdoba debido a que la acusación original contra Acuña era por homicidio calificado por el vínculo, que en caso de haberlo hallado culpable tenía una pena de prisión perpetua.
Pero el fiscal de Cámara, Raúl Gualda, en el inicio del juicio entendió que debía cambiar la acusación por homicidio culposo y pidió una pena inferior a la de homicidio calificado por el vínculo. Al no haber querellante, no existe posibilidad de revisión de esta condena.
Entre quienes defendieron la baja en la acusación cuentan el diálogo que existió entre víctima y victimario, la madrugada del 1 de enero de 2013, cuando ocurrió el incidente. “¿Y si te mato, ahora?”, le preguntó el asesino a su víctima. Y ella respondió en medio de la violenta discusión: “Matame si querés, estoy cansada de sufrir”.
Además, se habría tenido en cuenta que mientras agonizaba en el Instituto del Quemado se le tomó declaración a la víctima que habría alcanzado a decir que la agresión se trataba de un juego.