Existen enfrentamientos que solo son sostenidos por la incapacidad de diálogo de ambas partes; muchas veces, las diferencias ideológicos o políticas (la esencia de la pelea) parecen haberse saldado, pero aun así el distanciamiento se sostiene por que ninguna de las dos partes es capaz de dar el primer paso para una probable reconciliación. El poder suele acrecentar el orgullo de los políticos, agudizando el escenario antes mencionado.
Ese parece ser el caso de la disputa entre Luis Beder Herrera y Ricardo Quintela. Con las elecciones consumidas, las diferencias entre ambos espacios ya no parecen ser tan insalvables como antes. Algunos aseguran que “si el Doctor y el Gitano se encierran en un cuarto -solos- se acaba la pelea”. Sin embargo, sus principales referentes siguen haciendo hincapié en diferenciarse del ‘otro bando’; es que muchas veces son los ‘laderos’ los que promueven y avivan el fuego de la discordia. Con toda el agua que corrió bajo el río, resulta difícil imaginar a uno de los dos líderes decir: “El equivocado era yo, llamo al diálogo a Beder/Quintela”.
Es por ello que la solución debe encontrarse en un ‘tercero’. En las últimas semanas apareció un sector que puede llegar a acercar a estos dos espacios tan –aparentemente- distanciados: se trata de la Iglesia, representada por el Obispo Marcelo Colombo.
Hace unas semanas, Colombo lanzó una fuerte crítica por las exageradas dádivas que tuvieron lugar en las elecciones, e inmediatamente recibió un guiño del Gobernador, reconociendo el hecho y realizando una dura autocrítica. La relación Iglesia-Provincia no tiene fisuras.
El Miércoles al mediodía, el Obispo recibió al Intendente y su equipo, para debatir por las problemáticas sociales que sacuden a los ciudadanos. Tanto Quintela como Colombo manifestaron públicamente su beneplácito por la buena ‘vibra’ que reinó durante la reunión. La relación Iglesia-Municipio tampoco tiene fisuras.
En una Provincia donde parece no existir grises e –indefectiblemente- tenés que ser Q o B (sin lugar para el ‘Q y B’ o el ‘Ni Q ni B’), el hecho de que exista una Institución -como la Iglesia- que goce de una buena relación con ambos espacios, es un luz que hace renacer la esperanza para los dialoguistas.
En Off, así lo sienten ambos líderes. No existe político o espacio paritidario que pueda recomponer el lazo entre el Gobernador y el Intendente; si hay alguien capaz de ‘reconciliar’ a los líderes políticos más importantes de la Provincia, ese es el Obispo Marcelo Colombo.
La Iglesia está convencida que una sociedad no puede prosperar si sus dos máximos líderes profesan un división radical que se acrecienta con el correr del tiempo. El objetivo de Colombo en el 2014 será aunar posiciones y eliminar las diferencias entre Provincia y Municipio… ¿Lo logrará?