“La verdadera democracia es aquella donde el Gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo”. La frase pertenece –ni más ni menos- al ex presidente Juan Domingo Perón, que en uno de los tantos contactos con la Prensa insistía en recalcar que los más beneficiados debían ser los trabajadores, sobre todo, los más necesitados. “La organización de la riqueza y su explotación tienen por fin el bienestar del Pueblo, dentro de un orden económico que atienda al desarrollo de la Justicia Social”, concluía.
En La Rioja, actualmente existen alrededor de 75 mil empleados públicos que son sometidos por el Gobernador a cobrar los sueldos más bajos del País. Se ven obligados a afrontar el constante proceso inflacionario que atraviesa la Argentina, sin gozar del aumento salarial que les prometió Beder Herrera. En el transcurso del 2014, el Gobernador se comprometió con los trabajadores en dos puntos: aumento de sueldo para Octubre y Bono de Fin de Año. No cumplió con ninguna de las dos promesas.
Excusarse en la ‘falta de fondos’ es un argumento tan falaz como carente de sentido. La Rioja es la segunda Provincia más beneficiada con fondos (per cápita) enviados por Nación, solo superada por Santa Cruz, que cuenta con uno de los salarios más altos del país. A su vez, otros ‘gastos’ del Gobierno Provincial siguen intactos, y lejos de ser ‘reducidos’, son aumentados constantemente. Las SAPEM, Obras ostentosas (Superdomo) y eventos frívolos e innecesarios (Della Moda, Reserva de Boca vs River, etc) continúan edificándose como gastos centrales en el Gobierno.
Consecuentemente, el dinero está; la ausencia de Bono y aumento de sueldo se debe a una cuestión de prioridades.
Vagos, gordos y millonarios
Repasando lo sucedido durante el 2014, nos encontramos con algunas declaraciones de Luis Beder Herrera que bien pueden ayudarnos a descubrir la verdadera causa de la ausencia del Bono y el aumento de sueldos.
A la hora de referirse a los Policías, los calificó como ‘Gordos que están sentados atrás de un Escritorio y no pueden perseguir a los ladrones’.
El máximo mandatario ejecutivo de la Provincia no fue más benevolente al hablar de los trabajadores de la Salud: en reiteradas ocasiones los trató de ‘vagos’, y les reprochó que no cumplen su horario de trabajo.
En el primer trimestre del año, durante el postergado inicio del ciclo lectivo, los docentes (encargados de la formación de nuestros chicos), fueron acusados con el dedo inquisidor del Gobernador por ser ‘acaudalados’ y tener ostentosos autos en las puertas de las Escuelas.
Es decir, estamos hablando de empleados públicos sobre los que Luis Beder Herrera piensa que son Gordos, Vagos y Acaudalados. Existe un cierto desprestigio del Gobernador sobre los trabajadores, que cada vez se hace más evidente y –con el paso del tiempo- refleja el maltrato de este Gobierno con los más necesitados.
Es por ello que muchos dirigentes no se sorprenden con el incumplimiento de Beder sobre sus anuncios en las mejoras salariales. Por el contrario, se jactan de haberlo anticipado: ‘el que habló en Privado con el Gobernador sabe que siempre pensó así, solo que ahora lo está expresando y manifestando públicamente’. ‘No se los banca, los denigra y cree que son el mal de la Provincia’, agregan.
Ahora bien, por qué –si siempre denigró a los trabajadores- recién ahora el Gobernador exterioriza su rechazo al empleado público, negándole el Bono y aumento salarial. La respuesta es estrictamente electoral: para Beder, se trataba de 75 votos, a los cuales necesitaba en cada elección. Decidido a no presentarse en el 2015, ya no los necesita más. Podría decirse que se trataba de un ‘mal necesario’, que hoy se convierte –sin intenciones electorales- en un ‘mal no necesario’.
Peligro latente
Resumiendo lo expuesto, podría sintetizarse que en la cabeza de Beder Herrera no hay 75 mil trabajadores, con 75 mil familias atrás que deben llegar a fin de mes de la manera más dignamente posible. Existen 75 posibles votos a favor; sin una elección por delante, esos 75 votos ya no son vitales. Sin embargo, el Gobernador se está olvidando un detalle: no los necesitará en las elecciones del 2015, pero si necesita mantenerlos controlados para llegar –sin sobresaltos- al final de su mandato.
Una fuente secreta de RiojaLibre asegura que el Gobernador tiene el Bono previsto, pero solo lo entregará en caso de extrema urgencia. ¿Qué significa esto? Que si los empleados se manifiestan en masa, y ponen en jaque la estabilidad del Gobierno, se ‘ganarán’ su Bono. Un esquema solo imaginable en una cabeza maquiavélica con un total desprecio por la institucionalidad: poner en juego la estabilidad de una Provincia, burlándose de la economía de 75 mil familias.
En ese marco transcurrirá la última quincena del año en La Rioja. Un Gobernador que –al no necesitar sus ‘votos’- no teme en revelar su desprecio por la clase trabajadora. Más allá de lo que termine sucediendo, vale repreguntarse sobre el carácter peronista de nuestro Gobernador.
Mucho se habla de insignias del Partido Justicialista, de los dueños del perónometro para decidir quién puede participar o no, o de las reglas de juego que establecerá el presidente del PJ (Luis Beder Herrera); pero poco se discute sobre la esencia de la doctrina que creó el fundador del Peronismo. ¿Se puede hablar del Peronismo cuando el Gobierno NO defiende los intereses del Pueblo? ¿Se puede hablar de Peronismo cuando no existe Justicia Social? ¿Se puede hablar de Peronismo cuando un Gobernador piensa en 75 mil trabajadores como si fuesen 75 votos con patas?
Luis Beder Herrera debería releer a quien tanto dice idolatrar y enfocarse en la esencia de su doctrina: los trabajadores más necesitados. En esa lectura seguramente encontrará una de las frases más duras del General: «Que sepan hoy los indignos farsantes que este pueblo no engaña a quien no lo traiciona». ¿Beder traicionó al Pueblo de La Rioja? Si la respuesta es afirmativa, debería prepararse para que el Pueblo lo engañe.