El domingo pasado, seis hermanos de apellido Ochoa, oriundos de Chepes, estuvieron en un campo ubicado a dos kilómetros de la ciudad de Chepes comiendo un cabrito. Al día siguiente, todos ellos habían perdido la visión.
Los hombres fueron llevados al hospital de Chepes y luego trasladados hacia el hospital Vera Barros de la capital riojana, pero en ningún lado los médicos lograron determinar el motivo de la ceguera temporal, que les duró aproximadamente 10 horas. Al cabo de ese tiempo, todos fueron recuperando la visión.
Raúl Ochoa, uno de los hermanos, contó que “estuvimos en un campo comiendo un cabrito y tomando algunas bebidas hasta las 4:30h. y nos volvimos a casa, en Chepes, todos bien”. Sin embargo, al día siguiente, todos comenzaron con los mismos síntomas, “era como si tuviésemos arena en los ojos, nos dolían mucho los ojos y no podíamos ver”.
El médico, según contó Raúl, les dijo que no podía determinar que les había sucedido pero que los síntomas coincidían con los síntomas de una persona que se expone a soldar sin mascara, por lo que ellos deducen que tuvo que ver con la tormenta magnética.
La tormenta magnética se produjo la semana pasada por la llegada a la Tierra de viento solar: miles de millones de partículas expulsadas por el Sol que alcanzan la Tierra en pocos días. Los especialistas habían advertido que el fenómeno podría provocar fallas en dispositivos electrónicos, incluidos equipos de navegación y de telecomunicaciones.