Redacción de RiojaLibre
Si hay alguien que conoce el pensar y sentir de Ricardo Quintela es su Secretario General, quien además es su ‘amigo del alma’ (a quien el propio Gobernador definió «como una extensión mia, si está él no hace falta que esté yo porque es como si estuviera yo»), Armando Molina.
Fue Molina quien explicó en los Estudios de #ElinterpretadorTV que «el Gobernador se caracteriza por siempre pensar en el último, en quienes más alejados están de la situación de confort, que son quienes más necesitan de la ayuda del Estado». Y es allí donde podemos encontrar el origen y también el propósito de los Chalecos Rojos.
Durante la Pandemia ‘los últimos’ eran quienes estaban enfermos de COVID, o quienes eran contacto estrecho y no podían salir a la calle. Y allí estaban los Chalecos Rojos, para oficiar de ‘sirvientes’ y comprarle los alimentos y medicamentos necesarios a cada uno de los miles y miles de riojanos que lo necesitaron.
Pasó la peor época de la Pandemia, llegaron las vacunas y los últimos eran lo que esperaban su turno para la vacunación. Y allí volvían a estar los Chalecos Rojos para poner un silla, hacer sombra (como sea) para que la espera no se tan agoviante.
Luego volvieron progresivamente las actividades, llegó la Cosecha, y ‘los últimos’ fueron aquellos pequeños productores que veían como sus aceitunas ya estaban listas para la cosecha, pero no había ‘manos’ para cumplir la labor. Y volvieron a aparecer los Chalecos Rojos, que en esta ocasión se disfrazaron de cosecheros.
Ahora, con sensación térmica de temperaturas bajo cero durante la noche la madrugada, ‘los últimos’ son aquellos que deben cumplir su labor en el turno noche, y algunos encima al aire libre. Y vuelven a aparecer los Chalecos Rojos, que siguen en las calles, está vez, compartiendo con las y los trabajadores bebidas calientes.
Hoy la iniciativa busca acompañar a quienes trabajan al aire libre y sufren las bajas temperaturas a través de un gesto solidario. Ayer fue la Cosecha, antes la Vacuna, y mcuho antes la Cuarentena; pero la misión siempre es la misma: ‘ayudar, colaborar, con los ´´ultimos’.
No se trata de una posición númerica (primero, segundo, último), sino de una concepción filosófica de la política: ayudar a quienes más lo necesitan, siempre pensar en los más relegados, en ‘los últimos’.
Hoy, los primeros serían quienes de noche duermen cómodos y calefaccionados en un hogar, y ‘los últimos’ quienes deben trabajar con 1 grado bajo cero cubriendo una guardia en un Hospital. Quizás el primero de hoy fue ‘el último’ de ayer (durante la Pandemia o Cosecha); lo cierto es que siempre, pero siempre, los Chalecos Rojos estarán para ayudar a quienes más lo necesiten.