Redacción de RiojaLibre
No hay encuesta que se haga donde Ricardo Quintela no sea el mejor candidato posible por parte del oficialismo provincial. En cualquier sondeo de opinión, el Diputado Provincial encabeza la intención de voto -dentro del Casismo- por amplísima ventaja en Capital, y también encabeza en el Interior Provincial.
Sin Casas en carrera, las Encuestas proclaman a Ricardo Quintela como el candidato a Gobernador del PJ. Si el oficialismo provincial define sus candidaturas en base a las Encuestas, será solo cuestión de tiempo para que el Gobernador anuncie la fórmula con Ricardo Quintela en la cabeza.
Desde esta óptica, hay dos premisas que se vienen imponiendo en el imaginario popular, que se desestiman con hechos concretos:
- ‘Es tiempo de las mujeres’. De las nueve elecciones a Gobernador que ya tuvieron lugar en Argentina, solo una fue ganada por una mujer (Arabela Carreras en Río Negro). En Córdoba, donde el PJ logró una victoria aplastante, los candidatos a Gobernador y Vice fueron hombres, y el candidato a Intendente de la Capital también fue varón. Si bien el género femenino está en avanzada, es mentira que poniendo a una mujer como máxima candidata se tiene más posibilidades de vencer.
- ‘Es tiempo de la nueva política’. Repasando las nueve Provincias donde ya hubo elecciones, no hubo ningún candidato vencedor con menos de 45 años. ‘No hay una nueva o vieja política, está la buena y la mala política’, repiten desde el corazón del PJ, poniendo como máximo paradigma al Presidente de la Nación, un producto de la ‘nueva política’ que llevó al País a su crisis más profunda en los últimos años.
El Departamento Capital representa el 55% del total del electorado provincial. Es por ello que si se quiere vencer hace falta una fuerte presencia de Capital en la fórmula. Las dos figuras que más miden en Capital son Ricardo Quintela y Teresita Madera, que ganaron las últimas elecciones departamentales (4 de Junio de 2017). Quintela Gobernador y Madera en la Diputación Nacional es la mejor opción para seducir el elector capitalino, logrando un triunfo en Capital que garantice el triunfo a nivel provincial.
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