Juan Velardez asumió hace más de dos meses al frente del Instituto Provincial del Agua (IPALAR). Hace exactamente dos meses que DataRioja gestiona una entrevista con el funcionario. Insistió nuevamente esta semana para consultarlo por el abandono de la Laguna Azul, donde las empresas textiles habrían vuelto a volcar sus desechos. El funcionario volvió a elegir el silencio.
La falta de interés por mantener informada a la comunidad de parte del IPALAR es tan constante ni siquiera se molestan en responder a la consulta sobre la contaminación que está sufriendo la Laguna Azul en el Parque Industrial. A partir de un nuevo informe y de un forreportaje que hizo esta revista en la zona, intentó dialogar con el presidente del organismo, Juan Velardez como tantas veces intentó también hablar con Germán Gracias. Pero en esta última oportunidad, este medio no solamente recibió el maltrato del funcionario que mantuvo a periodistas de esta revista esperando en vano en la puerta de su despacho, sino que ni siquiera se molestó en pedirle a su equipo de prensa que se interesara sobre la consulta que le requerían.
La consulta que no le interesó a Velardez está relacionado al preocupante estado de uno de los focos de contaminación más importantes que tiene la ciudad y que se muestra claramente en el fotorreportaje de esta edición.
A partir de la advertencia de vecinos del sector esta revista volvió a visitar la Laguna Azul esta semana. El panorama es desolador: todas las plantas que años atrás se habían recuperado, ahora están totalmente secas, mientras el desecho de residuos de las empresas textiles pareciera haberse activado, lo que generaría también un crecimiento del caudal de líquidos que años atrás se había logrado reducir.
Esta revista viene informando sobre el estado de la Laguna desde hace varios años. Entre ellos figuran varias notas en el 2008, 2010, 2011 y 2012 que señalan lo siguiente:
En junio de 2008 esta revista dio cuenta de una buena noticia: El proyecto final de recuperación de la Laguna Azul formada con los efluentes tóxicos de diferentes industrias ubicadas al Norte de la ciudad avanza a paso firme. De las 11 hectáreas que comprende el predio, seis estaban contaminadas. La Fundación Valle de Huaco logró parquizar y reforestar más de cinco hectáreas donde hoy crece vida nueva.
Presidida por Humberto Marinelli la Fundación Valle de Huaco nació como una iniciativa para preservar la fauna autóctona de la localidad de Huaco, en el departamento Sanagasta. El proyecto se amplió cuando la Administración Provincial del Aguan (APA) convocó a esta organización para recuperar el predio que alberga el espejo de agua contaminada conocido como la Laguna Azul. “El proyecto era la obra emblemática del gobierno de La Rioja”, aseguró el vicepresidente de la Fundación, Roberto Bestani.
“Nadie quería hacerse cargo de su recuperación por todos los intereses que estaban comprometidos”, agregó.
La Laguna Azul está ubicada en la zona Norte de la ciudad de La Rioja rodeada por industrias como Ritex y Tecotex, entre otras. A mediados de los ’80 se convirtió en una vieja cantera a causa de la evacuación de efluentes industriales, tóxicos y altamente salinizados, que las industrias desechaban en la zona. Los líquidos fueron tantos que la cantera se vio sobrepasada y las aguas se derramaron en los alrededores de diversos barrios y asentamientos que se ubican en la zona Virgen del Valle, Nuevo Argentino, y otros. A partir de ese momento se estableció que el ente responsable y autoridad de aplicación para la recuperación de la Laguna era el APA.
La Administración procedió convocando a diversos especialistas y empresas tales como Eco Gestión (Río Negro) que se ocuparon de realizar diversos estudios de impacto ambiental. El envión en pos de la descontaminación de la Laguna tuvo su freno cuando la empresa presentó su proyecto de recuperación de las aguas, el cual llegaba a costos altísimos. Es a partir de este momento que la Fundación entra en acción sobre el predio.
En ese momento, los integrantes de la Fundación decían: “Hoy solo quedan entre una hectárea y media y dos por recuperar, rodeadas de pimientos terebintos, eucaliptos y otras especies autóctonas. En este sentido Bestani pone énfasis en la palabra “recuperar”. “Nosotros buscamos entregarle a la comunidad un espacio recreativo y deportivo. Por eso no se trata solo de descontaminar sino de recuperar y para ello debimos reforestar el lugar”.
El proyecto final prevé la instalación de una pista de atletismo, un parque recreativo y un velódromo. Además se trabaja para que cada escuela de la provincia sea dueña de una parcela “con la idea de que los chicos sean los responsables de forestarla y mantenerla. De esta manera le estamos dando una parte de mundo recuperado, le ganamos una batalla a la contaminación”.
A pesar de todo eso, en aquel momento los miembros de la Fundación explicaron que “los fondos de APA no llegaron a la Fundación, y con los movimientos políticos que se sucedieron hasta la fecha, la organización se mantuvo con fondos propios obtenidos de ahorros”.
Bestani prevé que en el plazo de un año la Laguna estará totalmente recuperada, por lo que existe el temor de que “la Fundación deba abandonar el predio y el parque que se logró crear se pierda”. El objetivo de la entidad es poder quedarse con el predio, que se vote un presupuesto fijo para su funcionamiento en la Laguna y pueda, de esta forma, lograr el proyecto total.
El 8 de diciembre de 2010 DataRioja informó: Contratan Remediadores Ambientales para la Secretaría de Nito Brizuela. En solo dos meses de trabajo la Asociación de Remediadores Ambientales contratada por el Gobierno detectó cuatro pasivos ambientales de envergadura. Los efluentes del Parque Industrial, la Curtiembre de Nonogasta, la basura y el estado del Dique Los Sauces. También realizaron fuertes críticas al tratamiento a de los residos que hace el Municipio de la Capital, y señalaron que las industrias que utilizan mucha agua deberían evitarse en La Rioja.
“Como ustedes saben el Gobernador Luis Beder Herrera ha impuesto una impronta muy fuerte al tema del medio ambiente y ha convocado a la Asociación de Remediadores Ambientales para que colaboren con la Secretaría. En ese acompañamiento hemos comenzado a hacer acciones tanto en el Parque Industrial (PI) como en Nonogasta con muy buenos avances, teniendo en cuenta que en el PI dejó de haber vuelcos”, expresó Brizuela. También dijo que las empresas hicieron modificaciones en las plantas, dentro del establecimiento. Y que en Nonogasta avanzaron con la planta de tratamiento de la Curtiembre al igual que en algunas bodegas.
Ante la certeza –expresada por los funcionarios- de que si bien las empresas del PI no arrojan sus efluentes en la Laguna Azul -pero si lo hacen a campo traviesa con el peligro de contaminar hectáreas previstas para el cultivo- Brizuela consideró que lo importante es reconocer el problema. Esquivó la pregunta sobre si se está llegando demasiado tarde a resolver los problemas ambientales y señaló: “Lo primer que hay que reconocer es que el Gobernador está reconociendo que hay problemas ambientales. Estamos trabajando para darle una solución”. Y señaló que la solución es la planta de efluentes en la que están trabajando y la disposición final de esos residuos que van a ir a un solo lugar.
En esa misma edición esta revista también brindó un informe especial: “Laguna Azul: el pasivo ambiental que activó al Gobierno”.
En ese informe se hacía un poco de historia sobre la Laguna y los técnicos de la Fundación Valle de Huaco explicaban quiénes volcaban ahí sus desechos. “Las empresas textiles, fabricantes de envases, empresas viales, curtiembres, industrias químicas, incluido camiones con residuos peligrosos provenientes de Córdoba aportaron su “materia prima” a la emblemática Laguna, ubicada a sólo 30 cuadras del centro capitalino”.
“Con una planta pensada para seis meses, estamos trabajando hace ya cinco años”, resaltó Marinelli para evidenciar lo titánico de la tarea. Asesorada por una empresa bonaerense que presta servicios relacionados con el tratamiento de agua, efluentes y residuos (Faisan S.A) el trabajo de la Fundación hoy está centrado en la “aireación”, es decir, darle oxigeno al agua.
“La Laguna nunca se secará porque es receptora de agua de lluvia”, explicó Marinelli para luego ampliar: “Nuestra intención es seguir parquizando, llevamos dos hectáreas ya, pero el predio tiene 11, y lamentablemente no pudimos hacerlo por falta de recursos”. Entre los objetivos de máxima la Fundación plantea la recuperación de las zonas degradadas y sistemas de riego.
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Según los responsables de la Fundación Valles de Huaco, las empresas que “aportaron” -y ampliamente- a la contaminación de la Laguna, siempre tuvieron una actitud contraria al momento de hacerse cargo de sus faltas de responsabilidad empresaria.
“En innumerables oportunidades intentamos hablar con los responsables, locales y nacionales para pedirles que colaboren con la tarea de la Fundación y nunca respondieron”, señaló Marinelli. Las propuestas a las fábricas como Colortex, Tecotex, Ricoltex, Ritex, Flexibles Argentinos, Tetrapack incluían hasta proyectos de parquizacion.
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Dígame ambientalista
En ese mismo informe del 2010 se señalaba: Durante las últimas semanas el propio gobernador Luis Beder Herrera hizo publica la recorrida al predio donde se emplaza la Laguna Azul, para luego manifestar su “compromiso con la preservación ambiental”.
Acompañado por el secretario de Ambiente, Nito Brizuela, el mandatario aseguró que va a cambiar la historia de La Rioja. “Tenemos la decisión política de hacer una provincia sustentable, natural, ecológica”, señaló y destacó la labor de la Fundación que trabaja con “ahínco, muchas ganas, y pocos recursos para convertir a este lugar en un vergel”.
Mientras el Gobernador recorría el predio, hasta los miembros de la Fundación Valle de Huaco lo miraban sorprendidos Desde el 2008 que la entidad dejó de recibir recursos del Estado, situación que las autoridades de la Fundación denunció públicamente y que el propio secretario de Medio Ambiente reconoció. “Nosotros recibíamos siempre el dinero del Gobierno porque estábamos incluidos en el presupuesto, pero desde fines del 2008, y en la actualidad no recibimos más”, explicó Marinelli ante la consulta sobre la financiación del trabajo que realiza la Fundación. El presidente dijo desconocer los motivos por los cuales dejaron de enviarse estos recursos.
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A partir de las declaraciones del Gobernador, los miembros de la Fundación volvieron a ilusionarse: “es la primera vez que un mandatario visita el lugar y compromete ayuda y recursos”. Entre los compromisos asumidos está la colocación de una nueva Planta de Tratamientos de Efluentes Industriales y Cloacales y le encargaron a la Fundación un análisis de la contaminación de las napas de agua, que es una de las consecuencias, si se quiere más grave, del pasivo que representa la Laguna. “Si hoy nos preguntan sobre la contaminación de las napas, a 100 metros por ejemplo, no lo sabemos, y eso es lo que el gobierno quiere conocer”, señaló el responsable de Valle de Huaco.
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Luego, el 13 de abril de 2011 DataRioja volvió a mostrar la decadencia de la Laguna:
La Laguna Azul 30 años después. Una muestra de fotos que desnuda la realidad de un sector del Parque Industrial.
La Fundación Ecológica Valle de Huaco organizó un safari fotográfico a un paradigmático lugar: la Laguna Azul, donde conviven testimonios de la contaminación en todas sus formas. A pesar de la indiferencia de las autoridades, desde la Fundación continúan trabajando y generando acciones para generar conciencia.
Como resultado del safari, surgió la muestra fotográfica “Laguna Azul, 30 Años Después”, que expusieron reconocidos profesionales del medio junto a aficionados a la fotografía en la Secretaría de Cultura de la Provincia.
Ya más cercano en el tiempo, el 12 de diciembre de 2012, esta revista entrevistó a Roberto Bestani, de la Fundación Valle de Huaco, quien directamente denunció el abandono total de la Laguna por parte del gobierno.
Preocupación por abandonó de la Laguna Azul. En esta entrevista elvicepresidente de la Fundación Valle de Huaco decidió entregar la Laguna Azul al IPALAR que dirige Germán Gracia. Sostiene que por diferencias con este organismo tuvieron que abandonar la remediación. Aseguró que si no se continúa con el planificación prevista se van a perder años de inversión y trabajo.
Bestani explicó que ellos en ocho, nueve años lograron mitigar gran parte del daño ambiental, pero que sin continuidad no puede sostenerse. Y señaló: “Hubo un momento que se desgastó la relación con el IPALAR (que preside Germán Gracia), no hemos tenido más conexión y a pesar de eso la hemos seguido manteniendo a costo de la fundación”.
El vicepresidente de la Fundación anunció que dio por concluida la relación entre la Fundación y el IPALAR: “Hemos cumplido un ciclo y la hemos devuelto al IPALAR que es el que nos convocó cuando era el APA. Creemos haber cumplido con lo que el estado necesitaba que era trabajar sobre esta obra emblemática en materia ambiental como es la Laguna Azul.
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En su momento no se sabía del daño que podía ocasionar esta Laguna. Explicó Bestani: “En los ´80 cuando se instalaron las fabricas para producir productos y tener mano de obra, todavía no estaba fuerte todo lo ambiental. Después de una década si, se comenzó a notar el daño. Entonces utilizaron eso como lugar de almacenaje, no pensaron que iban a contaminar las napas. Y después se hicieron estudios y se determinó que estaban contaminadas, invadidas por los efluentes. Y a partir de ahí el Estado hace la ley 6941 en el 2000 y le pone un parate a esto”, describió el vicepresidente de la Fundación”.
Y agregó: “en lo personal es una gran pena haber entregado este predio. Estábamos orgullosos del trabajo que hicimos, pero nos vimos en la obligación de entregarlo para no cargar con la culpa de que ya no se trabaje. Es una pena sino se ocupan, significa volver al desierto”.
A cuatro meses de esta denuncia el IPALAR sigue sin responder. No lo hizo antes, tampoco lo hace ahora. A la Laguna y su contaminación ya no solo la acecha el peligro de semejante pasivo ambiental sino también el silencio, la falta de respuestas, la soberbia que parece atrapar a los funcionarios que tienen que garantizar nada más y nada menos que el agua de la provincia.
Redacción DataRioja