Docenas de familias de escasos recursos que dicen estar desesperadas “por no tener donde vivir” tomar la decisión de usurpar terrenos en la zona sudeste de la Capital, más precisamente en el barrio Virgen Desatanudos.
Los terrenos perteneces a privados y estos piden la intervención de las autoridades y el desalojo de las mismas. A su vez, las familias que usurparon exigen soluciones al gobierno provincial porque dicen que no piensan moverse del lugar.
Esto se da en un complejo contexto en el cual la administración de Sergio Casas manifiesta a diario que no puede reactivar la obra pública, principalmente de viviendas sociales, por falta de envío de fondos por parte de Nación, que recién está pagando certificaciones de obra pública de 2015 a las constructoras privadas.
Por ello, la Legislatura provincial autorizó al gobierno riojano a la toma de un empréstito de 300 millones de dólares para reactivar principalmente esto último, decisión que fue cuestionada por el macrismo riojano, ya que advierte que los fondos se terminarán destinando a las campañas electorales del oficialismo en 2016.
La realidad que la situación social comienza a complicarse tanto en La Rioja y el país, donde los recursos económicos de las familias comienzan a escasear en un contexto donde la inflación y la suba de precios crece a diario y donde el gobierno nacional pateó para el 2017 la recuperación de la economía, cuando hablaba del segundo semestre de 2016.