Redacción de RiojaLibre
Inés Brizuela y Doria y Julio Martínez ya no transitan el mismo camino. Durante la mañana del Lunes, la Intendenta capitalina se mostró junto al Gobernador Ricardo Quintela, y le pidió la palabra para ‘despegarse tajantemente’ de la movilización que se convocaba contra el Gobierno Nacional. «Es momento de estar todos juntos, unidos, y cuidar la vida de todos los riojanos», argumentó al asegurar que «nuestro partido y nuestro Gobierno no convoca ni apoya esa marcha».

La gran sorpresa llegó horas más tardes, cuando Julio Martínez -distanciándose de la postura pública de Inés- resaltó el ‘contundente y masivo mensaje de la calle’:

El distanciamiento es indisimulable: mientras la Intendenta se muestra comprometida con la Gestión de Gobierno, preocupada por la salud de los riojanos; el Senador Nacional continúa con su rol ultra crítico de opositor, sin respetar aunque más no sea una Pandemia que se cobró casi 800 mil muertes en todo el mundo.
Desde 2007 hasta 2019 Julio e Inés caminaban codo a codo, donde iba uno iba la otra, lo que decía una lo repetía el otro. Ayer, esa lógica llegó a su fin: a la mañana, ella dijo una cosa, y horas más tardes él dijo otra totalmente distinta.
Detrás de esta incipiente ruptura está en juego el liderazgo de la UCR. Julio Martínez fue el líder indiscutido de la oposición desde 2007, siendo candidato a Gobernador en cuatro elecciones de manera consecutiva. Luego de cada derrota, ante la falta de nuevas figuras, Mashasha lograba mantener el liderazgo. Pero en 2019 hubo una radical que obtuvo un triunfo histórico en La Rioja.
Algo cambió en 2019 en la oposición. Algo está cambiando en el liderazgo.