Fuentes judiciales confirmaron a EL FEDERAL que la apelación fue rechazada, aunque la novedad judicial recién fue notificada ayer a las partes y todavía no conocían los motivos de la decisión de la cámara.
Pioli había sido procesado por el juez de Instrucción Gustavo Farías, en un fallo inédito en La Rioja y casi sin antecedentes a nivel nacional.
El caso
El tema estalló a fines de junio, cuando Pioli fue arrestado. El tatuador trabajaba en dos locales de San Juan y La Rioja, y es muy querido en el ambiente. Por eso muchos se sorprendieron. Su ex pareja, Paula, lo había acusado de divulgar sus fotos íntimas luego de su separación. El juez ordenó su excarcelación una semana después debido a que los delitos por los que está acusado tienen penas leves.
Mientras los familiares y amigos de Pioli usaban las redes sociales para atacar a Paula, en la prensa local empezaron a circular varios audios que fueron aportados a la causa. Allí se escucha a un hombre, que según la querella es Pioli, amenazando a la denunciante. “Te voy a hundir, te voy a destrozar la vida”, le dice en uno. “Mirá, hija de puta, te voy a matar”, la amenaza en otro. Pero ella se plantó: “Hacé lo que quieras, subí ya las fotos, pero a mí no me ves más”, contestó.
n su indagatoria Pioli se había negado a declarar. No obstante, su estrategia mediática había sido instalar la idea de que le habían robado el teléfono donde estaban las fotos y los videos de Paula. Lo aseguraron sus abogados y su hermana en declaraciones a varios medios, a los que dijeron que un sujeto había entrado a su local y se había apoderado del celular. Y subrayaron que la denuncia estaba hecha.
Sin embargo, EL FEDERAL reveló que Pioli nunca hizo la denuncia, sino una mera exposición policial posterior a la divulgación de las fotos. Tampoco declaró que le habían robado el celular, sino que lo había perdido. Dijo, además, que él no había publicado las fotos.
Unos días antes Pioli se había presentado ante el juez para ampliar su indagatoria. Esta vez sí habló, aunque no contestó preguntas de la abogada querellante, Soledad Varas. Además de ratificar el robo del celular, el tatuador apuntó contra los supuestas “problemas psicológicos” de la denunciante.

