Por Martíne Illañez – Politólogo
La Rioja pos verdadera
Después de la homilía del obispo Marcelo Colombo en la fiesta de san Nicolás y de escuchar su crítica a la clase política y a los medios de comunicación por un lado, y a las políticas nacionales de ajuste que impactan directamente en los que menos tienen, el representante de la iglesia católica nos dejó un mensaje corto pero preciso cargado de lirica de reproche pidiendo “no construir verdades en base a mentiras” refiriéndose con ello a la verdad-mentira, o “posverdad”, que fue el término utilizado por Marcelo Colombo.
Es propio de los tiempos en los que vivimos que un eufemismo sea la palabra más popular de 2016. La “posverdad” es un eufemismo, porque es otra forma de evitar decir a las claras palabras más concretas para hacer referencia a ciertas noticias y a ciertos discursos políticos y ciertas políticas públicas, que se definirían mucho mejor con palabras.
La “pos verdad” no es más que una verdad a medias y como toda verdad a medias, es una mentira.
Ésta es la era de la revolución de la post-verdad. El prefijo Post no significa un estado cronológico del Después de la verdad, sino como SU AUSENCIA, SU DEGRADACION a un nivel en que ella (la VERDAD) se vuelve IRRELEVANTE, y se apela a un sentido de inseguridad y pérdida.
En época de campaña electoral, muchos países democráticos de todo el mundo son testigos del surgimiento de éste fenómeno de la Pos verdad, persiguiendo en el acto reflejo de las emociones positivas o negativas.
La situación no es nueva, pero los continuos reveses económicos y sociales que vienen sucediendo, especialmente el aumento del desempleo y la pobreza, van a exacerbar éste recurso de la POSVERDAD que tiene como fin reacciones positivas o negativas de la sociedad, en contra de una sombría realidad política económica. Ejemplo el pago en efectivo a los buitres y holdouts..
Teniendo en cuenta que el 2017 va ser un año político de alto impacto para nuestro país y sobre todo para la rioja, un ejemplo de esto fue la denuncia en el 2013 de un Diputado en el Programa Periodismo Para Todos, donde aseguró que en las últimas elecciones se entregó droga a cambio de votos.
La posverdad, puede ser una mentira asumida como verdad o incluso reforzada como creencia o como hecho compartido en una sociedad.
Los académicos se decidieron por este término para definir una era en la que “el que algo aparente ser verdad es más importante que la propia verdad”.
Lo del Brexit de Inglaterra, lo del plebiscito en Colombia que gano el NO a la firma de paz entre la guerrilla colombiana y el gobierno después de 50 años de guerra interna y lo de Trump son ejemplos de lo post-verdadero de estos tiempos
Este Virus que inquieta a politólogos, porque demuestra que ya no hay pautas de comportamiento confiables y mucho menos encuestas de fiar. Las “masas” ya no hacen lo que se espera de ellas por lógica y tradición. Se actúa por reflejo y no por reflexión.
El modo de informarse previamente pasa por lo no verificado ni autenticado, pero sí por lo más post-verdadero. Es decir: por lo más compartido en las redes lo más cliqueado, viralizado, antes que por lo certero y auténtico. Más del 60% de los riojanos se informa a partir de fuentes pocas o nada fiables. Y que a partir de esos fundamentos pantanosos e inseguros toman sus decisiones más importantes.
La política posverdadera afirma, niega, dice una cosa para luego decir otra. Ha conseguido la más inquietante de las incoherencias: la de que un gobernante no cumpla con todo lo que prometió en campaña sea preocupante y divertido a la vez.
Es decir, la Era de la Pos-verdad no es algo nuevo. Pero a lo largo de la historia la verdad debió ser ocultada al público para que fuese posible su manipulación.
Lo que es nuevo en el siglo XXI es la voluntad de la población de ignorar los hechos una vez revelados, tiene su satisfacción y fidelidad con una mentira revelada. Ejemplo los discursos políticos anti mineros de la oposición levantando y desplegando las banderas ambientalistas para cumplir con los objetivos políticos, para poco después dejar caer sus telas.
Ya no hay excusa de que no hay acceso a la información, que los crímenes de las potencias civilizadas, permanecen ocultos, que las promesas de campaña no se cumplieron, este fenómeno explica por qué la imagen sigue siendo positiva de algunos políticos y como naciones producen crímenes contra la humanidad como en Siria (Alepo) donde mueren cantidad de inocentes y estas naciones sigue siendo los paladines de la libertad, pero no cualquiera está dispuesto a ir a las fuentes y a reconocer los hechos por encima de sus pasiones y frustraciones.
La política se ha vuelto así un acto de purga, la importancia casi nula que tiene la verdad ante una población que lo que quiere no es la verdad sino consumir ensayos que sosieguen, apacigüen sus deseos y frustraciones.
Que ya no importan la verdad demostrable ni la noticia cierta, sino la activación de emociones y de reacciones inmediatas.
Cundo se miente en red se institucionaliza la mentira….