Además del rápido aviso a Defensa del Consumidor, Ayude se dirigió a Bromatología de la Municipalidad, que ya se encuentra interviniendo en el caso.
Ariana, la pareja de Alan, contó detalles del desagradable momento vivido. “Estaba mi novio en la cocina preparando la ensalada de frutas y, cuando él me llamó para mostrarme lo que había miré el interior de la lata, me dio una gran indignación. Esto ocurrió a las 19 y terminamos comiendo a las 23. Se nos fue el hambre”, explicó en diálogo con La Brújula 24.
“Estaba envasada desde 2014, ahora deben establecer que nosotros no fuimos los que pusimos el animal dentro de la lata. Desde Bromatología nos dicen que en 30 años nunca vieron algo así”, agregó, al tiempo que confirmó que no se sentía ningún olor raro cuando abrieron el envase.