Milei apuesta a que la postal del paro tenga a los colectivos de la UTA circulando por las calles de la ciudad de Buenos Aires. Seguramente se podrá verlos andar. La UTA tiene experiencia en esto de romper con el mandato cegetista. En mayo del año pasado desoyó la convocatoria al segundo paro nacional. A pesar de eso, aquel 9 de mayo mostró un alto acatamiento en todo el país y la conducción de la central obrera está convencida de que la potencia de la huelga volverá a repetirse. La magnitud de la movilización de este miércoles, que se repitió en casi todas las capitales de provincia, representa un buen anticipo.
Hasta ahora los paros realizados por la CGT a la gestión libertarias fueron contundentes y en términos sindicales resultaron exitosos. Los dos primeros se produjeron en los primeros seis meses de un gobierno de Milei fuerte desde los político y decidido a implementar las primeras y más profundas medidas del modelo que desconfiguró el Estado.
Luego la CGT fue modificando su perfil ante el avance del gobierno en materia legislativa, donde impuso normas como la ley Bases o resistió los vetos a leyes como la reforma jubilatoria o el presupuesto educativo que Milei consideraba una afrenta a su dogmática defensa del déficit cero. Así, la central obrera abandonó su perfil combativo y los sectores más proclives al diálogo se impusieron y la CGT se desdibujó. Los puestos de trabajo se fueron reduciendo tanto en el Estado como en el sector privado y la defensa sectorial ante este avance libertario resultó insuficiente.
Este año, el gobierno de Milei comenzó un proceso de retroceso fruto de errores no forzados y propios de los límites rígidos que impone el modelo económico adoptado y la concepción ideológica del Presidente sobre materias que la sociedad argentina no solo tiene aceptadas sino hasta superadas. El mejor de ejemplo de ello fue el masivo repudio que recibió el discurso supremacista, homofóbico y machirulo que pronunció Milei en Davos justo antes de que finalice enero. A eso le siguieron las marchas del 8 y 24 de marzo, pero sobre todo la feroz represión del 12 contra jubilados, militantes, transeúntes y hasta el fotógrafo Pablo Grillo. La participación de Milei en la promoción de la criptomoneda $LIBRA que resultó una millonaria estafa de nivel mundial, debilitó la figura presidencial.
Esta recaída provocó una reacción en los sectores más combativos de la CGT que recuperaron el centro de la escena y promovieron lo que buena parte de la sociedad y la casi totalidad de los trabajadores le reclamaban a los gritos: un paro nacional.
Y el día del paro llegó. El gobierno comenzó con su retahíla de argumentos sobre los males de una medida de fuerza: hablaron del supuesto importente costo que tiene la medida de fuerza para el país; que se trata de una medida de neto corte político; que los que promueven la medida de fuerza representan la casta y que un paro no cambia nada. Todos argumentos que tienen, por lo menos en este último período democrático, solo 42 años.
El tercer paro llega porque efectivamente el gobierno está más débil, pero sobre todo porque hay cada día más argumentos para que se convoque: por paritarias libres y homologadas, aumento de emergencia a los jubilados y un proyecto de actualización del bono, contra la represión a la protesta social, en defensa de la industria nacional, por la obra pública, un plan nacional de empleo, más presupuesto para educación y salud, respeto por las libertades y derechos logrados por los diversos colectivos sociales y por más equilibro y justicia social. El conflicto que tiene a la UTA en una conciliación obligatoria no está incluido.
La estrategia del gobierno
Desde que surgieron los primeros rumores sobre la convocatoria a un nuevo paro, la Casa Rosada se buscó desactivar o debilitar la medida de fuerza. Probaron con el diálogo pero no funcionó. Entonces recurrieron a la misma estrategia de mayo pasado, la UTA. El gremio que todavía controla Roberto Fernández tiene como punto débil la obra social que tambalea y necesita de los dineros del gobierno. Un dato que el gobierno supo aprovechar.
Hay otro dato más que favoreció a la Rosada y la histórica disputa que el colectivero mantiene con los Moyano. Fernández suele responsabilizare al gremio de camioneros de sus penurias internas en el sindicato, que no solo respaldan listas internas sino que además le fogonean conflictos como aquel de diciembre de 2019 cuando un sector interno tomó la sede del gremio y se desató una batalla campal. Según cuentan en la sede cegetista, ese hecho resulta imperdonable para Fernández.
Los gremios se suman
En la CGT sostienen que la maniobra de la UTA no afectará la medida de fuerza. Insisten con el antecedente de lo ocurrido el 9 de mayo del año pasado. Pero también se apoyan en el trabajo político sindical que se realizó desde la Secretaría de Interior de la CGT, que realizan Abel Furlán y Horacio Otero de la UOM, con la normalización de las regionales de la central sindical.
Este proceso le permite a la CGT contar con regionales no solo organizadas sino dispuestas a desarrollar en sus zonas de influencias las actividades sindicales que se acuerdan en el consejo directivo pero que también se afianzan ante el funcionamiento de los plenarios de regionales.
Esto se pudo ver en las movilizaciones que se realizaron en casi todas las capitales del país donde las regionales de la CGT se manifestaron en favor de los reclamos de los jubilados.
Lo que falta
El paro lo hacen los gremios, pero hay algo que todavía reclama la conducción cegetista y no es precisamente a sus afiliados. La queja se centra en la ausencia de una referencia política que aglutine, encauce y conduzca esta energía que generan los gremios con sus movilizaciones y con los paros.
El reparo que le ponen los sindicalistas a los dirigentes políticos es que éstos suelen aprovechar el proceso combativo de los gremios pero en beneficio de este sector y a los sindicalistas los olvidan a la hora de armar las listas de legisladores.
Por otra parte, la normalización del peronismo a nivel nacional no resultó suficiente. El desafío, según entienden sectores sindicales, está en que se supere la disputa interna que se extiende en el tiempo en el territorio bonaerense para poder aprovechar la debilidad manifiesta del gobierno de Javier Milei.
La CGT riojana marchó junto a los jubilados y reafirmó su adhesión al paro general: «El trabajador está en agonía»
En vísperas del tercer acate nacional a Javier Milei, una multitudinaria marcha se movilizó este miércoles por el centro de la ciudad para reclamar aumento y condiciones dignas para los jubilados.
La CGT de La Rioja marchó este miércoles por la mañana en el centro de la ciudad junto a los jubilados, y en contra de las políticas de ajuste implementadas por el presidente Javier Milei. Estas consistieron desde el inicio de tu mandato que van desde la paralización de la obra pública, la situación de las paritarias y los despidos masivos. Esto por esto que anunció su adhesión al paro nacional del jueves.
La multitudinaria concentración fue en la sede de la CGT, ubicada en calle San Martín, entre las 9:30 y las 11:00 de la mañana, y desde allí comenzó la movilización que se dirigió hacia la Plaza 25 de Mayo. Se espera que sea un paro general de gran acatamiento, que iniciará este jueves 10 de abril, pero que no tendrá movilización.
Eduardo Peña, integrante del triunvirato de conducción de la CGT riojana, había afirmado: «Lo importante de esta convocatoria es la participación. Cada institución debe sumar a la mayor cantidad de compañeros y compañeras, para que la movilización sea algo masivo, que nazca de cada uno acompañar el justo reclamo salarial de los jubilados y trabajadores».
Los motivos del reclamo
Por su parte, Sebastián Di Fiori, otro de los secretarios generales de la CGT La Rioja, aseguró que la Confederación tiene una profunda preocupación por la situación que atraviesa el sector de la construcción y señaló: «El trabajador está en agonía. No hay reactivación de obras. Se prometen cosas que no se cumplen, y la realidad es que ya hay despidos concretos, como en la obra de El Chacho, donde la semana pasada se perdieron 40 puestos de trabajo».
Asimismo, Daniel Mercado, integrante del triunvirato, destacó la necesidad de una convocatoria con el objetivo de que trascienda lo gremial: «No solo convocamos a los trabajadores de todos los sectores, sino también a la ciudadanía en general. Todos tenemos un abuelo, una abuela, un padre jubilado. Esta lucha es por una jubilación digna, por una Argentina que no abandone a sus trabajadores ni a sus mayores».
Convocatoria al paro nacional
La CGT local destacó que se sumarán gremios docentes y no docentes universitarios nucleados en FATUN y CONADU, y el gremio provincial AMP también confirmó su participación. Di Fiori, en este marco, aseveró en diálogo con La Red que el 100% de los sectores «confirmaron su participación en La Rioja», y aseguró que no tiene dudas «que van a acompañar la medida».
El dirigente, además, fue lapidario sobre el Gobierno nacional y consideró que su política «está avasallando los derechos de los trabajadores», y reclamó: «Paritarias libres y una verdadera mejora en la calidad laboral. No es cierto que bajó la inflación como dice el Gobierno, la mayoría de los trabajadores no ve mejoras en su situación”.
Finalmente, el referente de la CGT concluyó: «Va a marcar un antes y un después. El presidente tiene una meta y no le importa quién caiga a su alrededor». Las CGT zonales, en todo el país, impulsarán esta medida de fuerza que se dispone en un momento álgido para la economía de los trabajadores.