Redacción de RiojaLibre
El primer caso de COVID en General Belgrano corresponde a un joven que asistió al hospital de Chamical por una neumonía, por lo que fue trasladada a Capital, donde se le realizó el test que dio positivo.

Ahora bien, a la hora de indagar cómo se contagió el joven, nos damos cuenta que las medidas que se toman en el marco de la prevención -por más antipáticas que resulten- son totalmente necesarias. Días atrás, el joven perdió a un familiar cercano, fue al velatorio en Chamical y luego compartió el novenario. Fue allí donde se contagió.
Aquí en Capital ponemos el grito en el cielo cuando nos enteramos de algún caso cercano que pierde a su familiar y no puede despedirlo como corresponde. Lo sucedido en Olta nos explica concretamente por qué no se puede.
Tierna Foto, pero NO
Una situación similar puede enmarcarse en lo que pasó el fin de semana en el Parque de la Ciudad. Una pareja de adultos mayores se rebeló ante la restricción, y fue al Parque de la Ciudad a pasar la tarde. Trabajadores del COE se acercaron para explicarles amablemente que no podían hacerlo.

Inmediatamente, en las redes se propagó la bronca contra el COE: ‘pobres abuelitos, a quién van a contagiar’, fue la frase que más se repitió.
Más allá de la demagogia, hay que ser responsables y entender que si el Gobierno ‘avala’ esa tierna foto, en las próximas horas serían varias parejas las que imiten esa postura. Sería cuestión de horas para que el Parque se vuelva a ver repleto.
¿Son medidas antípaticas? Sí. Pero absolutamente necesarias. Lo sucedido en Olta así lo confirma.