En diálogo con Radio Independiente, Graciela Ledo manifestó que “esta espera ha tenido un fin, y mañana con la ayuda de Dios, que es un justo juez, que los jueces del tribunal se ajusten a las pruebas, que es numerosa y fehaciente, y dicten la sentencia para volver a creer en la justicia”.
“Realmente fue un camino largo y difícil porque luchar contra la impunidad, para las víctimas de genocidio ha sido una constante en estos 42 años. Primero hemos tenido gobiernos democráticos que no se han jugado, que no se han arriesgado, el gobierno de Alfonsín solo juzgó a las Juntas y luego dictó las leyes de Obediencia Debida y Punto Final que cerraron la posibilidad a los juicios a los otros culpables, luego vino Carlos Menem con el Indulto a todos y quedamos sin los pocos presos que había y la imposibilidad de seguir” sostuvo y añadió que recién “en el gobierno del doctor Néstor Kirchner se anulan estas leyes y se reanudan estos juicios”.
Asimismo mencionó que la lucha fue difícil ya que “uno de los implicados en estos hechos gozaba de todo el poder y de todo el apoyo de un gobierno que lo había nombrado jefe del ejército, que es César Milani, que llegó a ser jefe de las Fuerzas Armadas, el mayor cargo que puede tener un militar”.
“El gobierno democrático de ese momento y los senadores que tenían es sus manos la posibilidad de vetar ese ascenso no lo hicieron, entre ellos dos senadoras por La Rioja, la señora Beba Soria y la senadora Teresita Luna, que también hicieron oídos sordos a nuestro clamor de justicia, a las lágrimas de mi madre y al sufrimiento de la familia Olivera”.
Por último mencionó que “a Milani se le permitió hacer uso y abuso de los recursos defensivos, es más un fiscal general de La Rioja pidió que se le retiren todos los cargos. Se ha llegado al extremo, en ningún país del mundo un fiscal pida que se le retiren los cargos a un imputado. El fiscal está para siempre ponerse del lado de la víctima y del lado de la justicia, el fiscal es el que acusa. El (por Milani) tuvo hasta ese privilegio”.