Este enigmático hace referencia a uno de los tantos casos de ‘amiguismo’ y ‘clientelismo’ a la hora de obtener beneficios por parte del Estado. Mientras el ciudadano común tiene que realizar un millón de trámites y rezar para que se constelen todos los planetas, para obtener una vivienda; otros -que portan apellidos o tienen amigos en el poder- lo consiguen con un chasquido de dedos. Es el caso de nuestra protagonista de hoy. Ella (primera pista) es una ex funcionaria mazista que -al igual que su espacio- debió alejarse de la política con el arribo de Beder a la Gobernación. Pero está de vuelta: es la nueva incorporación del Quiintelismo. Claro que vendió caro su regreso: una vivienda brindada por el Municipio.
¿De quién estamos hablando? De la mano de Gabriela Pedrali (se hizo cargo de la comunicación del Intendente, ‘rajando’ a Miguel ‘un fracaso tras otro’ Galeano), nuestra protagonista se hizo cargo de un Importante (va, decir ‘importante’ es despirtarlos un poco, pero buehh; canal al fin) de Televisión. Además es columnista de una de las radios del Quintelismo. ¿Quieren más todavía? Bueno, Mirá bien la foto deformada, con el anagrama. Dato: su nombre y apellido tiene tres palabras, pro no te dejes despistar con lo de ‘moza alta’; porque si bien es ‘buena moza’, es más bien petizonga… y morocha (si no la sacaste, no sos riojano, dedicate a otra cosa…)