Redacción de RiojaLibre
Así finalizó #ElInterpretador (nuestra columna semanal de opinión) del último lunes:
Al respecto vale retornar al almuerzo entre el Gobernador y el Presidente del Partido. Uno de ellos no se habría sonrojado al disparar a quemarropa: ‘sería tiempo de llamarlo a Alberto, sentarse a hablar, negociar el punto de coparticipación que quiere y que juegue para el lado de ‘los dueños de los votos’; creo que ya tiene claro que allá (Cambiemos) no va a ser candidato a Gobernador’. Quien escuchaba asintió. El diálogo con el Intendente capitalino es inminente.
Como de costumbre, RL marcó agenda y hoy el tema de discusión que se escucha en todos los despachos y mesas de café es la posible vuelta del Cabrito al Partido Justicialista. Ayer, fue el propio Beder Herrera el que aseguró públicamente: «las Internas tienen que se abiertas para todos, si hay gente que se fue del PJ hay que traerlos de nuevo». El mensaje del Doctor tiene un solo destinatario: Alberto Paredes Urquiza.
Quienes conocen de cerca al Intendente Capitalino sostienen que ‘Alberto es una persona que dialogo con todos, le va a atender el teléfono a quien sea’, pero inmediatamente agregan: ‘eso sí, quien lo llame debe saber que está muy cómodo con su posición actual, la oferta deberá ser muy buena’.
Es allí precisamente donde radica el eje de la negociación: ¿qué le ofrecerán Casas y Beder a APU para que retorne al PJ?. Al respecto vale mencionar que serán dos los ejes de discusión: uno meramente institucional y otro político, pero uno dependerá directamente del otro.
En cuanto a lo Institucional, el Intendente pedirá que ‘Guerrita’ sea más bondadoso con el Palacio Ramírez de Velasco, pero no dependiendo de su humor diario, sino modificando los porcentajes actuales de la Ley de Coparticipación. Ahora bien, ese punto institucional dependerá de cuál sea el lugar que ocupe APU en el período 2019-2023: si Paredes va por la Gobernación su ‘interés’ en modificar la Coparticipación no será determinante; ahora bien, si APU acepta retener la Intendencia, la modificación de la Ley será una condición inapelable.
Veamos las alternativas posibles para que Paredes Urquiza vuelva al PJ:
Primera Opción
APU pedirá al PJ que lo consagre como candidato a Gobernador, mostrando encuestas que lo señalan como el dirigente con mayor imagen positiva (incluso por encima de Mashasha), pero exigirá que esa ‘consagración’ sea por consenso. Con todo el agua que pasó bajo el puente, en el paredismo dudan que las Internas sean una ‘trampa’ para concretar la vuelta de APU, pero luego dar el apoyo de todo el aparato del PJ a un candidato del riñón de Provincia.
Segunda Opción
Paredes entendería que ‘mejor pájaro en mano que cien volando’ e iría por la reelección en Capital. En este caso, APU pondrá dos condiciones innegociables de cara a sus ambiciones de gobernación para 2023: que Beder NO sea el candidato a Gobernador, y que se modifique la Ley de Coparticipación dando unos puntos más a Capital.
Si APU ‘se conforma’ con cuatro años más de Intendente, para que lo haga por dentro del PJ, debe preparar el escenario para ser el ‘mejor posicionado’ de cara a 2023. Si el PJ cumple sus dos condiciones, su camino a la Gobernación cuatro años más tarde no tendrá trabas.
Tercera Opción
Ahora bien, existe una tercera alternativa que por más alocada que suene, la política es el arte de lo Posible. Se trata de APU candidato a Gobernador por el espacio donde está, pero con el respaldo del aparato del PJ. En este escenario, Paredes Urquiza gozaría del apoyo público de Nación (donde cada vez es visto con mejores ojos), y un respaldo ‘no tan público’ del aparato del PJ.
Beder Herrera es un líder indiscutido en el PJ, y el Partido apoya a un determinado candidato, será con su bendición. Si Casas y Beder definen que ninguno de los ‘posibles candidatos propios’ logra medir lo suficiente como para asegurar el triunfo ante Julio Martínez, el ‘aparato’ se iría acercando progresivamente hacia el Intendente Capitalino. En este panorama, la elección del 2019 sería una gran interna del Macrismo. Claro está que este posible escenario depende indefectiblemente del contexto nacional.