En sólo 18 meses, se hizo realidad el deseo de detener la contaminación de las napas, tratar los efluentes industriales y que el agua tratada sea destinada al riego de plantas forrajeras para consumo de animales, proyecto impulsado por el gobernador Beder Herrera. “Hace años teníamos un problema muy grave en estas fábricas textiles, porque había una grave contaminación. Ahora podemos decirle a la gente que terminó esa contaminación”, dijo enfáticamente el gobernador Beder Herrera.
El Gobierno de la Provincia, a través de la Secretaría de Ambiente, y las fábricas textiles del parque industrial, a través de un convenio suscripto en 2011, acordaron aportar en el cuidado del ambiente a través de la puesta en marcha de una planta de tratamiento de efluentes líquidos industriales. Luego de 18 meses de intensos trabajos, una vez realizada una evaluación técnica, el gobernador dejó formalmente inauguradas las obras que significan un aporte histórico para el cuidado del medio ambiente.
El gobernador Beder Herrera, en lo que se constituyó como un día histórico, verificó los trabajos de las empresas a favor del ambiente, obras dirigidas a detener la contaminación de las napas y reutilizar el agua tratada para el riego de plantas forrajeras, un cambio fundamental en el uso del agua durante el proceso de las plantas fabriles.
El mandatario recorrió las empresas Ritex y Colortex a fin de verificar la calidad de los trabajos ejecutados para tal fin. En la ocasión, estuvo acompañado por los propietarios de la Ritex, Andrés Ekserciyan; y de Colortex, Arturo Karagozlu; y el secretario de Ambiente Nito Brizuela. También estuvieron presentes los diputados provinciales Enrique Nicolini y Silvia Córdoba, el ministro de Gobierno, Felipe Álvarez; los secretarios de Industria, Miguel de Gaetano; de Prensa y Difusión, Luis Solorza y de Trabajo, Miriam Espinosa; además de los asesores y técnicos que cumplieron el trabajo de diseñar y ejecutar las obras.
Terminó la contaminación
“Hace años teníamos un problema muy grave en estas fábricas textiles, porque había una grave contaminación, una cantidad de sal que incorporábamos a las napas. Hablamos y nos pusimos plazos para que las fábricas hagan el tratamiento del agua. Ahora podemos decirle a la gente que terminó esa contaminación”, dijo enfáticamente el gobernador Beder Herrera.
Asimismo, resaltó que “las fábricas cumplieron con el requerimiento que le hicimos e hicieron las plantas de tratamiento”. “También hicieron piletas de evaporación donde llegan las aguas residuales con alta salinidad, el agua se evapora y la sal queda en las piletas”, destacó.
La idea básica, impulsada por el titular del Ejecutivo Provincial, consistió en detener la contaminación ambiental y usar los efluentes líquidos textiles para el riego de forrajes para uso de alimentación animal. La tarea comenzó luego de acordar entre el Gobierno y las fábricas textiles llevar adelante reformas para usar el agua para el riego de plantas forrajeras. Se trata los efluentes líquidos industriales, que rondarían los 300 metros cúbicos por hora, los cuales eran derramados y en el destino final se unían con las aguas de las cloacas, lo que significaba una importante contaminación, teniendo en cuenta la salinidad de estos líquidos. Las sales están presentes en el proceso de teñido y de regeneración de los equipos que se usan para ablandar el agua.
De ese modo, se trabajó conjuntamente para reducir la salinidad y poder reutilizar el agua. Para lo mismo, se construyeron en las plantas textiles piletas de salinidad, de evaporación, modificaciones en el proceso, cambio de resinas para aumentar la duración del agua, cambio de productos. En las piletas de evaporación llega el agua con alta salinidad, se evapora y la sal que queda, para luego ser reutilizada en el mantenimiento de cueros.