Luego del encuentro de gobernadores del PJ en la sede del partido previo a la marcha en defensa de Cristina Kirchner, el gobernador riojano Ricardo Quintela sostuvo que José Mayans “dijo que hay que escuchar a los gobernadores”. “La situación de Cristina nos dio la posibilidad de encontrarnos para que sepamos que tenemos un deber como peronistas de diseñar un proyecto de país”, manifestó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Ricardo Quintela es gobernador de La Rioja desde 2019 y fue reelecto en 2023 por Unión por la Patria. Fue diputado provincial en 1993 y nuevamente en 2017, intendente de la ciudad de La Rioja en 2003, diputado nacional en 1997, y secretario de Asuntos del Interior en 1991.
Venía pidiéndole a la producción desde hace una semana hablar con usted con muchas ganas porque me parece que es la persona que tiene las credenciales para poder hacer un balance de la situación hoy del peronismo, porque usted hace un año ya había planteado ser presidente del partido, desafiando la presidencia de Cristina Kirchner, que usted consideró que no era la decisión correcta. En retrospectiva, después de que el partido esté nuevamente sin presidente porque Cristina Kirchner está presa, su opinión tiene doble valor, tanto sobre el peronismo actual como sobre el futuro del peronismo.
Estamos en una situación atípica. No era la que uno deseaba estar, pero la situación de Cristina nos permitió el reencuentro de todos los justicialistas en solidaridad con la situación por la cual está atravesando la presidenta de nuestro partido, por un lado. Y por otro lado, la situación de Cristina nos dio la posibilidad de encontrarnos para que sepamos que tenemos una responsabilidad, una obligación y un deber como peronistas de diseñar un proyecto de país, y un programa de gobierno para que la gente pueda empatizar.
El actual presidente no generó ni dictó ninguna política en beneficio del pueblo argentino. Todo lo que hizo fue una ingeniería financiera que beneficia a unos pocos en perjuicio de la mayoría del pueblo argentino. Toda esta política de ajuste y de desempleo que se ha generado en la República Argentina, ha llevado a una situación prácticamente insostenible en el conjunto de las provincias argentinas. Creo que más allá del peronismo puntualmente, la situación del país amerita que dé un volantazo el presidente, porque si no, creo que va a haber dificultades del punto de vista social producto de la situación económica que estamos viviendo todos los argentinos.
Usted ayer participó de la reunión de gobernadores de Unión por la Patria en la sede del justicialismo junto a Kicillof, a Ziliotto, a Melella y, conectados de forma remota, Insfrán, Jalil y Zamora. ¿Qué acordaron en vista del reacomodamiento político que implica que el peronismo nuevamente vuelve a quedarse sin un presidente?
Fue la primera vez que nos juntamos los gobernadores en el Partido Justicialista. Por lo tanto, José Mayans, que está a cargo del partido porque es el vicepresidente primero, dijo que hay que escuchar a los gobernadores. Cada uno dio su opinión con respecto a la situación de Cristina primero, y luego la situación del país. Vemos que se está agravando porque estamos prácticamente en la libertad condicional con la medida que planteó la ministra Bullrich junto al presidente con respecto a las nuevas facultades que tiene la Policía Federal, cosa que nos alarma y que vamos a estudiar en profundidad.
Por otro lado, también vemos que la sentencia de Cristina tuvo una mirada sesgada, de parcialidad, puesto que ella fue sobreseída de los cargos en su provincia y trajeron de vuelta la causa, la reabrieron y cuando enviaron los peritos que pertenecían al gobierno de Macri, los peritos dijeron que el 99% estaba correcto, tanto las licitaciones como la acreditación de la obra, como la obra que estaban culminadas. Dijeron que la calidad y el material eran los adecuados, y que los precios eran los que correspondían. Por lo tanto, consideramos que, en esta causa hubo una mirada muy sesgada.
Usted decía: «Si el Gobierno no cambia…». No va a cambiar el Gobierno, creo que es una obviedad. La propia Cristina Kirchner en su discurso despedida en la puerta del Partido Justicialista hizo la metáfora del río y de que el pueblo va a encontrar su cauce, y que, más tarde o más temprano, esta política económica va a fallar. El economista Burgueño decía que lo que Cristina imaginaba no era una crisis como la del 2001 ni como la de 1989, sino más parecida a la de Chile, sin necesidad de que haya un desorden macroeconómico y financiero para que la sociedad empiece a protestar por una suma de cansancios y de demandas. ¿Cómo imagina usted el futuro del desarrollo político de la Argentina?
El futuro inmediato no es un futuro que esté claro. Está muy, muy, muy oscuro. No se visualiza un camino ni una salida rápida, que es la que demanda la sociedad. El desempleo creció y la pobreza creció, más allá de los indicadores que dicen que existen. La inflación aumentó porque se aumentaron los servicios, el combustible, los precios de los productos de la canasta básica, los medicamentos. Es decir, aumentó todo, pero dicen que hay una inflación de menos del 2%. Es una información que carece de sustento con la realidad que vive el pueblo argentino. El congelamiento de los salarios y el crecimiento de los precios de los servicios básicos —agua, energía, luz, gas, transporte, etcétera— hace que no se crea en esa medición que hizo el INDEC, sin cuestionarlo. Pero lamentablemente no es la realidad que vive por lo menos mi provincia y lo que uno visualiza en las distintas provincias argentinas.
Alejandro Gomel: ¿Que espera del nuevo escenario que deja a Cristina Fernández de Kirchner sin poder participar de la contienda electoral? ¿Quiénes tienen que estar ahí, tomando el mando del peronismo? ¿Son algunos gobernadores como Kicillof o su propio caso? ¿O las agrupaciones que están más cerca de Cristina, como su propio hijo, Máximo Kirchner? ¿Cómo se hace para saldar eso?
Primero, la situación desgraciada que está viviendo Cristina también ha permitido que nos reencontremos todos los justicialistas, la mayoría. Faltan algunos compañeros que estamos tratando de incorporar en este nuevo espacio, en esta nueva realidad que está viviendo el país. Yo creo que el peronismo está reencontrando y está asumiendo la responsabilidad que nos compete en esta hora crucial que vive el país. Nuestra obligación, nuestro deber y nuestra responsabilidad es tratar de tener una alternativa a la situación que está atravesando el país. Debemos presentar una alternativa que pueda generar confianza y un programa de gobierno, un proyecto de país, con el que la gente empatice y sienta que lo toca en su situación para bien, no para mal. Hay mucha gente que ha perdido su empleo, que está en la economía informal o que ha bajado a los niveles de la pobreza hasta la indigencia. Mucha gente está sin un techo digno, y Capital Federal es una prueba muy acabada de eso.
Por lo tanto, creo que nosotros tenemos que diseñar rápidamente una propuesta que permita que los argentinos sepan que existe un movimiento, que es el Movimiento Nacional Peronista Justicialista, que está trabajando en el diseño del país para que recuperemos los derechos que han sido conculcados y podamos plantear un programa de crecimiento y desarrollo con apertura de fábricas, no con cierre de fábricas. Con apertura de más pymes, no con el cierre de las pymes. Con más empleo, no con el desempleo que estamos teniendo. Con un programa de crecimiento y desarrollo, no con un programa de pobreza e incertidumbre para la mayoría del pueblo argentino.
AG: Como se dice muchas veces, muchas crisis son oportunidades. Cuando dice «estamos hablando con otros sectores», ¿a quién se refiere? ¿Algunos gobernadores? ¿Quién puede estar acercándose que ahora está lejos del PJ?
No, creo que lo que tenemos que hacer es ampliar nuestra base de sustentabilidad política con la CGT, con los gobernadores, los intendentes, el Congreso de la Nación, con los artistas, los deportistas, los científicos y todos los sectores que están involucrados y que les interesa ser partícipes para aportar al programa de gobierno alternativo. No sé cómo terminará esto. Esperemos que termine bien, que esperemos que llegue a los cuatro años, que podamos ir a un proceso electoral en paz, en tranquilidad, y que este Gobierno pueda hacer cambios. Aunque coincido con lo que dijo Jorge y no creo que se modifique. Eso va a traer un agravamiento social, porque no creo que la sociedad argentina aguante mucho. La clase media ha bajado ostensiblemente su calidad de vida, y los sectores más humildes no tienen políticas inclusivas. Por lo tanto, esto está cada vez peor. El sector financiero es el único beneficiado de estas políticas.
Claudio Mardones: Lo llamativo en estos días tuvo que ver con la presencia en el Consejo Nacional del Partido de algunos dirigentes que hacía mucho que no se veían personalmente, como Guillermo Moreno. ¿Usted cree que esas incorporaciones pasan por tratar de recuperar los lazos con algunos sectores que ya se distanciaron del partido? A un año y medio del inicio la presidencia de Javier Milei, hay dos grandes ausentes. Por un lado, un programa que pueda unificar a la oposición. Pero, por otra parte, además de Cristina, para usted, ¿quién puede ser la figura? ¿Axel Kicillof?
Yo creo que va a surgir naturalmente a partir de que nosotros nos encontremos y podamos continuar con este tipo de reuniones, como la que tuvimos ayer, donde nos escuchamos todos un poco y cada uno aporta su visión. Tiene que haber una síntesis de todo eso y se tiene que volcar en un programa de gobierno. Esto es lo que yo creo. Sobre quién va a ser el líder de todo esto, no hay un liderazgo fuerte como el que tuvieron en su momento Cristina, Néstor Kirchner o Carlos Menem en su momento. No hay algo visible. Sí creo que está todo horizontalizado como para que empecemos a diseñar una propuesta para el pueblo argentino. Después veremos quién es el que puede encabezar la representación de esa propuesta. Tenemos que buscar representar de la mejor manera nuestro país.
Usted publicó un mensaje ayer en el que escribió: «Desde La Rioja, tierra de caudillos, reafirmamos nuestro compromiso con una patria donde el interior tenga voz, peso y decisión». Venimos entrevistando distintas personas del peronismo y Julio Bárbaro dijo que el kirchnerismo había hecho un proceso de jibarización del peronismo hasta convertirlo en un partido localista. Me gustaría su crítica respecto de la hiperconcentración en el conurbano que llevó adelante el kirchnerismo y cómo debería esto modificarse a partir de ahora.
Sí, creo que no es una cuestión del kirchnerismo. Creo que es la matriz organizacional del país la que se tiene que modificar para que pueda alcanzar a todas las provincias argentinas y el país crezca de una manera armónica. Tenemos todas las condiciones para crecer. Hemos vivido un tiempo importante. A pesar de lo que dicen algunos medios de comunicación, hemos vivido tiempos totalmente diferentes en la época de Néstor, en la época de Cristina. No sé si creo que es importante volver a esas condiciones, pero sí creo que debemos tener una propuesta.
Si se mantiene esta política, creo que más temprano que tarde la gente va a reaccionar por una cuestión natural. No se puede vivir en estas condiciones, es muy difícil vivir en estas condiciones. Entonces, debemos tener un esquema distributivo. El Presidente debe pensar que hay 50 millones de argentinos, cuya mayoría lo votó a él, para que dicte políticas y para que gobierne en beneficio de la gente, no en beneficio de los intereses internacionales de un grupo reducido nacional e internacionales. Lo que nos interesa es que él pueda aplicar políticas para que el pueblo se sienta representado y beneficiado con su política.
Se cumplió un año de la aprobación de la Ley Bases. Usted está en una provincia que tiene la mayor cantidad de reservas minerales, junto con todas las otras vecinas. ¿Qué balance hace respecto de un año de la Ley Bases y del RIGI? Al mismo tiempo, ¿el potencial minero de la Argentina tiene la envergadura que se le asigna?
Sí, tenemos un potencial enorme nosotros. El problema es que el RIGI es un instrumento al que nosotros no nos hemos adherido porque es una política extractivista donde nos llevan nuestras riquezas y no nos dejan absolutamente nada. Somos la única provincia que no adhirió. Además de eso, hay una competencia absolutamente desleal en función de nuestros propios empresarios. Lo que estamos buscando nosotros es que nos ayuden a sacar nuestra propia riqueza. Yo prefiero que la saquemos nosotros y nosotros podamos agregar el valor. Pero que nos ayuden a sacarla, pero en sociedad con los argentinos, no que se lleven nuestra riqueza. Es muy difícil trabajar así.
Nosotros tenemos una política asociativa. Por ejemplo, tenemos once empresas que están prospectando en mi provincia y cinco que ya están perforando. Con todo ellos hemos convenido un acuerdo donde La Rioja se asocia a ellos y la provincia tiene un porcentaje de la facturación y de las utilidades. Es decir, la provincia tiene un porcentaje la provincia de lo que ellos encuentran, tanto oro, plata o litio. Nosotros nos asociamos y también firmamos, en caso de la explotación, que podamos prestar la mano de obra riojana y los servicios riojanos. Todas esas cosas las están haciendo las otras provincias también. Pero bajo el RIGI, los que vinieron acá a invertir lo hicieron sin el RIGI. Por lo tanto, el RIGI es un tema que no es bueno para el país.
Por otro lado, creo también que la Argentina no solamente es rica en minerales, es rica en todo sentido. Tenemos los cuatro climas, el sector maderero, el sector del tabaco, el sector agrícola ganadero y el sector de los hidrocarburos. Tenemos todo para desarrollarlo, pero es importante que alguna vez pensemos en la Argentina como la pensó en su momento Néstor o Cristina. Aún con dificultades, problemas y una oposición bastante destructiva, todo eso pudo hacer vivir al país de una manera totalmente diferente a la que estamos viviendo ahora.