Redacción de RiojaLibre
La declaración del Médico Forense Díaz Brizuela cambia el escenario. Asegura que murió por calcinación y no por el disparo, contradiciendo el testimonio de Pedro Ortiz.
Si es así, Romina Ríos estuvo agonizando un día tirada en el descampado, desde que Pedro Ortiz la tiró hasta que volvió -más de 24 horas después- a prenderla fuego.
La madre de Romina dialogó con Radio Fénix luego de esta declaración y dijo entre lágrimas que “Estoy mal por todo lo que declaró el forense, es muy duro, la quemó viva, la quemó viva, la quiso matar no fue un accidente”.
Agregó que no creyó en la versión de Ortiz el lunes cuando declaró en el juicio y que ahora, con estas nuevas pruebas, mucho menos puede creer en que se trató de un accidente: “la quiso matar, quiso deshacerse de ella”.
Te recordamos el relato de Pedro Ortiz el día Lunes:
Detalló como mató y quemó el cuerpo de Romina
Pedro Ortiz confesó que le disparó a Romina Ríos, provocándole la muerte. La envolvió en una bolsa de consorcio y la llevó en una moto al descampado donde fue encontrada. Luego de volver a Patquía e ir a trabajar (a la Policía) llevó alcohol y prendió fuego el cuerpo de Romina. Asegura que NO la quiso matar, que el arma se disparó accidentalmente. Escuchá la confesión COMPLETA de Pedro Ortiz.
Al inicio del juicio oral y público, el ex policía Pedro Ortiz pidió la palabra y confesó el crimen de Romina Ríos, el traslado del cuerpo en moto a las barrancas del Golf, cómo limpió el departamento y la ropa ensangrentada de la víctima y cómo roció con alcohol y prendió fuego al cuerpo. Intentó suicidarse con el arma reglamentaria, “un montón de veces, no tuve el coraje para volarme la cabeza”. Sostuvo que fue accidental, se le escapó el disparo del arma.
ESCUCHÁ EL AUDIO:
Ortiz confesó que mató a Romina Ríos de un disparo con el arma reglamentaria, en el departamento donde vivía, y luego llevó el cuerpo en moto, en una bolsa de plástico, hasta las barrancas del Golf Club, donde lo tiró.
Sostuvo que fue accidental, se le escapó el disparo del arma. Dio a entender que estaban “intentando una relación” con la víctima.
Ese mismo día, Ortiz relató que volvió a Patquía, a visitar a sus padres. Se quedó a dormir con la madre de su hijo, e intentó suicidarse. No llegó al acto de suicidio y volvió a La Rioja.
Al volver al día siguiente a la ciudad de La Rioja, nuevamente cargó el arma, en el departamento donde vivía, con intenciones de suicidarse, pero no lo concretó.
Va a trabajar a la Comisaría Cuarta, y escucha por la radio policíal a la madre de Romina Ríos, denunciando la desaparición.
Se entera que la Infantería y el CAPE iban a iniciar la búsqueda. “Era un lugar fácil para encontrarla, tenía que hacer todos para que no la encuentren”.
A las 10 de la noche, pensaba qué hacer. El sábado, ingresa a las 6 de la mañana a trabajar en la POlicía, y sale a las 2 de la tarde. va a su vivienda, toma una botella de alcohol de 1 lt. con la mitaddel contenido.
Compra dos botellas más de alcohol, y se dirige al lugar del cuerpo, en la moto. Llega y no la puede encontrar, “no me acordaba dodne estaba Romina”.
Vuelve por la circunvalación al lugar, y ubica un árbol conocido, “no sabía si bajar o no bajar, me tapo toda la cara con la remera, era impresionante el olor que había, me largo desde arriba en la barranca, vi que seguía la bolsa de plástico ahí, a un metro y medio del plastico, le tiro el alcohol, saco el encendedor y con un papel lo enciendo”.
Confesó que “la iban a encontrar, pero no quería que sea Romina, quería hacer desaparecer las huellas”.
Volvió al departamento, se sacó zapatillas y ropas y vuelve a tomar el arma, la carga y se la pone en la cabeza. En ese momento lo llama la madre de su hijo, “te enteraste lo que pasa, desapareció Romina Ríos”. “No sabía nada”.
Sigue con el arma, saca el celular, “no tuve el coraje o valentía para reventarme la cabeza. Me baño y vuelvo a la escuela.”
Cuando encontraron el cuerpo, nuevamente intenta matarse con el arma reglamentaria, “venían por mí y no quería que me encuentren”.
“Me faltó el valor para reventarme la cabeza, lo intenté un montón de veces. me quedo en el departamento, voy a investigaciones, entro a declarar, dijo que la conocía de Patquía, pero no la había visto, niego todo, doy el nombre del novio, Centeno, les dejo mi teléfono y dirección”.
En horas posteriores, se fue enterando de la realización de la autopsia, “si no me mataba, iban a venir por mí, estaba el proyectil y era de mi arma”.
Relató que Investigaciones lo citó a declarar nuevamente.
En ese momento, el Tribunal dio una cuarto intermedio.
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