Luz es una niña de 5 años que padece parálisis infantil y vive con su papá en una casa muy precaria. Necesitan muchísima ayuda, por empezar, que se adapte su precaria vivienda para una niña con la enfermedad que padece Luz.
Pero veamos atentamente el Comunicado Oficial que se envía a los medios:
“Pocho” Brizuela apoyará el emprendimiento de un kiosco del papá de una niña con parálisis cerebral
El secretario de Derechos Humanos de la provincia, Délfor “Pocho” Brizuela, visitó el sábado último a la familia Sánchez en el barrio Virgen Desatanudos, con el objetivo de ayudar al papá de Luz, una pequeña niña de 5 años que padece parálisis cerebral.
El hombre se encuentra solo a cargo del cuidado de la niña, debido a la muerte de su esposa, dos días después de haber tenido a la niña.
Brizuela colaboró con productos de almacén para el kiosco que Sánchez tiene para poder subsistir.
“El hombre se encuentra solo al cuidado de la niña, y por eso lo poco o mucho que se pueda hacer para ayudar a que Sánchez saque adelante su familia y mejore su calidad de vida es importante”, indicó Brizuela.
Llama realmente la atención que Pocho Brizuela -representando al Estado- pueda brindar como ‘gran ayuda’ solo unas botellas de aceite… ¿Esa es la asistencia que el Estado riojano puede darle a Marcelo y su hija?
Recordemos la historia de Luz:
La conmovedora historia de un padre que lucha por sacar adelante a su hija
Marcelo Sánchez vive en una vivienda muy precaria del barrio Desatanudos junto a su hija de 5 años, Luz, quien tiene una parálisis cerebral. Su esposa falleció a los pocos días del parto y el quedó solo encargándose del cuidado de la nena. La historia de un padre que es ejemplo de amor y de lucha y que solicita ayuda.
Marcelo Sánchez contó que su hija nació el 15 de febrero de 2011 con siete meses de gestación porque su mujer sufrió una grave hemorragia en el hígado mientras estaba embarazada. Producto de esta enfermedad que le detectaron, la mujer falleció el 27 de febrero, dejando al hombre a cargo de la pequeña. “Tiene 5 años y una parálisis cerebral por eso está postrada, no puede moverse y se alimenta por sonda”, explicó.
El hombre enfrentó esta difícil situación y se hizo cargo solo de la pequeña, por lo que debió renunciar a su trabajo en una finca porque no tenía con quien dejarla y puso un kiosco en el mismo ranchito en el que viven. “La estamos peleando, mi madre me ayudaba con la crianza pero falleció hace poco y quedamos los dos solitos, a veces me ayuda una sobrina mía”, relató Marcelo y agregó que es una nena muy tranquila y que está comenzando a moverse un poco más a partir de la fisioterapia que está haciendo.
Emocionado, Marcelo declaró que “es ella la que me sostiene y me da fuerzas para seguir adelante, yo estoy bien si ella está bien, le pido a Dios que la mantenga sanita” y dejó un mensaje para todos los padres que atraviesan situaciones similares: “que sigan luchando, que no bajen los brazos porque Dios nunca abandona a sus hijos”.
El único ingreso que tienen es el del kiosco, aunque reconoció que a veces no le alcanza para comprar la mercadería, y la pensión por discapacidad de Luz. Por ello solicitó que lo ayuden con una silla de ruedas que pueda plegarse y que tenga sostén de cuello, que sirva para trasladar a la niña a los diferentes lugares donde recibe tratamientos, porque la que tiene es fija y no pueden cargarla en un vehículo.
Fuente: Radio Fénix