El político, exmiembro del partido centrista UDI, había sido condenado en primera instancia a la misma pena por unos hechos que ocurrieron en julio del 2013, cuando le increparon los ocupantes de 150 caravanas instaladas sin permiso en un terreno agrícola de la ciudad de la que es alcalde.
El alcalde de ese municipio de unos 50.000 habitantes cercano a Nantes quería convencerles de que abandonasen el campamento, pero estos le recibieron haciendo el saludo nazi y tachándole de racista. Fue entonces cuando el diputado deslizó el desafortunado comentario, recogido por el diario Le Courrier de l’Ouest y confirmado por las personas que se encontraban en ese momento cerca del alcalde y diputado, lo que desencadenó una investigación por «apología de crimen contra la humanidad».
El político, que argumentó que sus palabras se habían sacado de contexto y que fue víctima de una «manipulación» periodística por parte del periódico, fue excluido entonces de la Unión de Demócratas e Independientes (UDI).