Cabrera Zapata, es la abogada de la madre de Cristina Silva y comentó que perdió no solamente dinero sino una casa.
Asegura que «Alejandra Brizuela tiene alrededor de 220 denuncias por estafas de viviendas, donde entregan dinero a cambio de la supuesta venta de viviendas». Además, añadió que «la mujer fue procesada por una causa anterior a las de las viviendas».
La letrada comentó que fueron notificados que fue procesada en 10 causas por ventas de terrenos y en 100 fue sobreseída por falta de mérito.
El juez Mario Martínez es el que lleva adelante la investigación en la causa.
“Es ilógico que sea procesada por 10 causas y en 100 no, si son de iguales características”, expuso y apuntó contra Fiscalía porque a su entender, «no ayudó mucho en la causa y no hubo apoyo por parte del fiscal”.
La abogada contó que su clienta fue a una escribanía donde le cedió las llaves de tres casas, y hasta fue al lugar donde estaban los terrenos. “Alejandra abusó de la confianza de una señora grande y desesperada”, aseguró la profesional.
La estafa es excarcelable, pero cuando se computan varias, es un delito que deja de serlo, explicó.
Confirmó que accionarán contra Pedro Rearte Tagle, Director de Bienes Fiscales de la Secretaría de Tierras debido a que desde Tierras denunciaron por asociación ilícita y venta de tierras del Estado a su clienta, que se encuentran frente al Parque de la Ciudad.
GRAVE DENUNCIA CONTRA ALEJANDRA BRIZUELA
Cristina Silva se acercó a los estudios de Radio Fénix para denunciar una estafa en contra de Alejandra Brizuela, que hizo que su madre firmara documentación por una supuesta compra de casa a cambio de tres propiedades en los Urbanos. La mujer estuvo detenida pero hoy goza de libertad.
Silva sostuvo que Brizuela tiene más de 300 estafas y la dejaron libre.
Su hermana falleció y tenía tres hijos, dejó una casa por San Nicolás de Bari, Brizuela se enteró y le preguntó si la quería vender, diciendo que era amiga de funcionarios y que podía conseguirles tres casas en los Urbanos.
Mediante escribana, su madre le firmó un poder a Brizuela y la llevó a su casa, donde gitanos querían comprar la propiedad y cedieron 80 mil pesos y también una camioneta.
“Le cedió llaves y escrituras de las tres propiedades que no existen”, expuso Silva.