Primero veamos el audio donde Grondona deja claro que Estudiantes de San Luis debe ascender:
Los clubes preferidos de Grondona
3 de junio de 2013. Grondona sugiere favorecer a Estudiantes de San Luis, un equipo que entonces jugaba en el Torneo Federal B. Ahora participa en el Nacional B, la segunda categoría del fútbol argentino. En dos años, el equipo preferido de Grondona subió dos categorías. Conversa con Gustavo Ceresa, entonces presidente del Consejo Federal de Fútbol.
Grondona: Hola
Ceresa: Presi… Gustavo
Grondona: ¿Qué hacés Ceresa?
Ceresa: A ver, ahí me hablaron mugre… Me estoy encargando yo solito con Mora del tema de…
Grondona: Sí, tené cuidado con los demás, eh…
Ceresa: A ver, no, no me ha salido nada mal…
Grondona: No, tené cuidado con los que tenés al lado ahí, que por ahí tienen más compromisos que los Perez García…
Ceresa: No, no, no, no van a hacer ningún tipo, nadie se mete, por eso yo se lo cuento a usted… Esa es buena gente.
Grondona: El único equipo que yo quiero, que me preocupa es Estudiantes de San Luis.
Ceresa: De San Luis, ya está.
Grondona: Los demás, ni se quiénes van…
Ceresa: Listo, usted quédese tranquilo porque yo ya lo…
Grondona: Controlame eso
Ceresa: Ese muchacho viene, o sea que no se haga ningún problema.
Grondona: Bueno
Ceresa: Listo
Grondona: Chau
Todo lo que dejó el equipo de barrio jardín en la cancha, especialmente en los últimos veinte minutos, quedará en el recuerdo de los que estuvimos en San Luis o de los que siguieron el partido por la “transitor”. Y así lo reflejaron los diario “puntanos”
Argentino C de AFA: Estudiantes pasó de ronda en definición de penalesGanaba 2-0 y lo perdió a los 50´ por 3-2. Fue a la lotería de los penales. Zafó 6-5; Brasca atajó tres.
Víctor Molina tiene 87 años, es hincha de Estudiantes desde que tiene uso de razón y llegó al Coliseo en colectivo, desde el barrio San Martín. Con la camiseta albiverde para revolearla y el corazón muy débil, dejó a su señora sola, en la casa, porque “no puedo faltar…mirá la gente, mira qué lindo… vamos Verde, vamos carajo”. Y entró el equipo y empezó la acción.
Estudiantes le ganaba dos a cero a Defensores de la Boca de La Rioja, al que ya había vencido 1-0 como visitante. Los goles de Javier Villaseca y Gastón Leva, a diecinueve minutos para el cierre, le daban tranquilidad a las tres mil almas que estaban entregando la garganta por el equipo. Y ahí estaba Don Molina, loco de la vida.
Con un resultado global de 3 a 0, el Verde, equipo con jugadores súper experimentados en esta divisional, permitía que en las tribunas comience a especularse si era mejor jugar en la siguiente instancia ante Defensores de Catamarca o San Martín de Villa Mercedes. Molina decía que era “de la época de Jardel y el Manco Ratto”.
Pero Estudiantes pecó: sobró el partido, se relajó y después le quemó la pelota. El enorme arquero que es Valentín Brasca ya había tapado tres pelotas de gol en el trámite general del juego. Atrás habían quedado las encaradas endiabladas de Villaseca.
A los 26’ del complemento Brasca nada pudo hacer ante la definición cruzada de Romero Neyra. Cinco minutos después Julio Agüero se anticipó a todos en el primer palo y fue 2-2. Y a los 50 minutos, en la última bola de la noche, Gaitán ejecutó un tiro libre a la cabeza del grandote Ricardo Granillo y chau invicto, chau partido, chau calma.
Los penales iban a decidir qué sería de la vida de Estudiantes. Todos incrédulos: los jugadores de los dos equipos, unos destrozados y otros exultantes. Los cuerpos técnicos, los dirigentes, los hinchas, los periodistas anfitriones y riojanos, con la sorpresa de un partido en el que los ataques superaron claramente a las defensas.
Y ahí estaba Don Molina, con el corazón en la boca. Hubo que meter mano en el manual de oro de los grandes maestros periodistas del fútbol, sacar a relucir la frase sagrada de Dante Panzeri y decir que “el fútbol tiene razones que la razón no entiende”.

