Redacción de RiojaLibre
Galleguillo fue quien dio el puntapié inicial: fustigó a la organización del Chayero Sanagasteño por faltarle el respeto, ya que estaba anunciado para las 2 de la mañana y recién subió al escenario alrededor de las 5 de la mañana. El organizador de ese Festival -José Aparicio- es en quien el Gobernador Luis Beder Herrera depositó su confianza para que comande la organización de la última Chaya mientras sea Gobernador.
Si bien Luis Robledo no fue echado del comité de organización, fue relegado por el Intendente de Sanagasta. Hoy, el principal responsable es José Aparicio. Cuando se murió el Brujo Vergara, Robledo fue quien tomó la posa, pero los resultados no fueron los mejores. El año pasado los riojanos vivimos una de las peores Chaya de la historia.
Habrá que ver cómo le va a Aparicio, pero en la previa no reina la esperanza. Por el contrario, los artistas y encargados de áreas organizativas son bastante pesimistas: «ya estamos con el festival encima, y no tenemos precisiones de cuestiones fundamentales, y lo peor es que no atiende el teléfono, no da respuestas». El Gallo metió presión: «solo pido respeto, estoy anunciado para el Viernes a las 2 de la mañana, espero esta vez cumplan».
Por su parte, la encargada del Ballet -Carina Flores- también esgrimió algunos malestares por el poco tiempo que le dan a los bailarines para mostrar su arte. A su vez, una gran cantidad de cantantes pide mucho más tiempo del que tienen previsto: generalmente se les da 3 temas (12 minutos) y muchos están convencidos que ya se ganaron la oportunidad de -al menos- duplicar su tiempo en el escenario.
Es un Festival gigante y no es de extrañar que aparezcan este tipo de inconvenientes. Para solucionarlos o apaciguarlos hace falta una personalidad fuerte con capacidad innata para la organización. Esa que tenía el Brujo, esa que no tuvo Robledo… ¿La tendrá Johnny?