Un episodio de verdadera tensión se vivió la noche del sábado último, en el barrio Los Paraísos, cuando una persona que se encontraba en una vivienda atacó al propietario de la misma con un cuchillo y le dio muerte asestándole cuatro puñaladas, una de ellas letal a la altura del corazón.
Los vecinos del lugar se sorprendieron al ver que en el domicilio se encontraba con presencia policial desde hacía unos minutos antes.
El hecho ocurrió a las 20:50 del sábado último en la vivienda ubicada sobre calle Constantino Carbel 740. Allí convivían Carlos David Luján (49), su pareja Irene Loyola, una hija de ella, y su cuñado José Luis Loyola, de 39 años de edad.
Según el relato policial, la hija de Irene de quien no se dio a conocer su nombre, se presentó en la Comisaría Segunda y dio a conocer que su tío, José Luis, se encontraba en la vivienda “molestando” y en presunto estado de ebriedad por lo que pidió la intervención policial.
Lo sucedido se dio a conocer a Irene, quien se encontraba en el sector denominado “Las Talas”, y a Carlos Luján, pareja de ésta última.
Mientras tanto una patrulla policial fue enviada hasta la vivienda en cuestión, ubicada a unos 150 metros del hospital zonal “Luis Agote”. Momentos después, Irene llegó hasta la comisaría para encontrarse con su hija mientras Luján hizo lo propio en la vivienda que compartía con su pareja y su cuñado.
Al llegar, se encontró con una comitiva policial que en principio le impidió que ingresara a la espera de tener una orden judicial para hacerlo, pero él habría insistido debido a que lo conocía cada vez que estaba en el estado en que se encontraba, según relataron algunos efectivos.
Nada hizo imaginar al menos a la fuerza policial que el desenlace terminara de la peor manera. Loyola, apenas ingresó Luján le asestó una puñalada que lo tiró al suelo donde continuó con otras, que según las primeras pericias, al menos habrían sido cuatro en diferentes partes de su cuerpo. Una de ellas fue a la altura del corazón lo que le provocó la muerte casi de manera instantánea.
Ante la conmoción que se originó en el lugar, la Policía ingresó pero nada pudo hacer más que reducir al agresor quien se entregó de manera voluntaria y observar a Luján tendido en el suelo, desangrándose y a la espera de una ambulancia.
La víctima, era un operario de la empresa Milkaut quien se había retirado de manera voluntaria hace un año, tenía un emprendimiento privado de fabricación de bloques para la construcción, y además en un predio propio del sector denominado “Las Talas” (a la salida de Chamical) realizaba eventos bailables periódicamente.
Loyola, su agresor, era además de familiar, empleado de Luján quien le ayudaba en las tareas mencionadas. Luján era considerado por su familia y amigos como una persona muy trabajadora y querida por todos, por lo que su muerte despertó una gran congoja entre vecinos y amigos quienes se mostraron bastante molestos al asegurar que el hecho podría haberse evitado si la Policía le impedía su ingreso.
Lo concreto es que el agresor fue detenido y se especulaba que iba a ser derivado a la ciudad capital donde finalmente quedaría alojado por orden judicial. Tomó parte de los hechos relatados, el juez de instrucción Gustavo Farías, el fiscal Enrique Stoller, el médico forense Javier Carbel y el segundo jefe de la comisaría primera Sandra Karina Alaniz.
En tanto, el cuerpo de Luján a última hora de la noche del sábado era entregado a sus familiares para su velatorio y recibir su cristiana sepultura.

