En Mendoza, tras la deserción del ex presidente de la UCR Roberto Iglesias, Julio Cobos podría apropiarse de sus votantes y aumentar su ya de por sí importante caudal de votos, casi veinte por ciento más que el que obtuvo el Frente para la Victoria en las PASO. En Córdoba, la atención seguirá centrada en la pelea entre el delasotismo, el espacio que ganó en las PASO, y la UCR: como mucho, el kirchnerismo podría aspirar a arrebatarle el tercer lugar al PRO, aunque el delfín de Macri, Héctor Baldassi, según los sondeos macristas podría mejorar su performance. En Santa Fe, la candidatura de Jorge Obeid no levanta vuelo y el ex gobernador sigue anclado en el tercer puesto. Y en Capital Federal, Pino Solanas podría sacarle su silla de senador a Daniel Filmus.
El panorama en los principales centros urbanos del país viene de mal en peor para la Casa Rosada. “Las primarias operaron de hecho como un plebiscito acerca del modelo político y económico vigente. El Frente oficialista perdió incluso en distritos donde era impensable un traspié electoral”, opina Enrique Zuleta Puceiro.
El fenómeno se repetiría en octubre. Los números hoy no se han alterado o, en todo caso, se han afianzado en las filas opositoras. Pero el Gobierno, a diferencia de lo que ocurrió en 2009, no sólo aparece complicado en los principales centros urbanos.
Retrocedió en Catamarca, San Juan, La Rioja y hasta en Jujuy. Incluso en Chaco, donde ganó la lista apadrinada por Jorge Capitanich, la UCR logró avanzar. El kircherismo sufrió derrotas muy duras en Chubut, Santa Cruz y Neuquén y los sondeos realizados en estas últimas semana alertan que la becha podría estirarse.