Redacción de RiojaLibre
Hace unos días te contamos que el espacio que conduce Lázaro Fonzalida perdió las últimas cuatro elecciones en Chilecito. En todas esas derrotas existe un responsable exclusivo: Julio Martínez. El Diputado Radical logró destronar la supremacía que Fonzalida habá conseguido en la Perla del Oeste.
Martínez está al tanto –mejor que nadie- de esta situación y sabe que Chilecito es ‘su’ bastión electoral a la hora de enfrentar un comicio. Un razonamiento simplista –pero efectivo- que sobrevuela por las altas esferas de la política riojana indica que “la Capital es del Gitano, el Interior del Doctor y Chilecito de Mashasha”.
Sin embargo, el radical todavía no tiene definido con precisión cuáles serán sus aspiraciones en el 2015. Existe una certeza y es que Martínez se cansó de la actividad legislativa y –de una vez por todas- quiere acceder a un cargo ejecutivo. El gran dilema es: ¿Intendente o Gobernador?. Si las elecciones son desdobladas, Martínez podría tener la posibilidad de probar suerte en ambos cargos, pero se descuenta que Beder no le dará esa posibilidad.
Martínez deberá decidirse. No tiene mucho tiempo para hacerlo, porque –a pesar de faltar un año y medio- las conversaciones entre todos los sectores están a la orden del día; y de ‘aspirar a todo’ podría ‘quedarse sin nada’.
La primera opción que tiene Mashasa es ‘acordar’ con Quintela, enfocándose en la Intendencia de su Chilecito natal; y ubicando un aliado suyo como vice del Gitano de Fuerza Cívica Riojana (todo indica que sería Bordagaray), más la posibilidad de ‘negociar’ la Intendencia de Capital (Inés Brizuela y Doria). Ni el más fanático de los radicales hubiese soñado -luego de la catastrófica derrota sufrida en las elecciones de Mayo de 2011- que la UCR podría gobernar los dos Departamentos más importantes de la Provincia.
La segunda alternativa que puede seguir Martínez es la de ‘cortarse solo’ e ir por la Gobernación. Sin dudas es la más ambiciosa, pero también infiere un alto riesgo. Si Mashasha opta por esta opción, se ‘juega’ a que Beder y Quintela pacten y lo dejen ‘sin nada’ por cuatro años más.
Resultaría absurdo que un dirigente que supo forjar un fuerte caudal político en los últimos cuatro años, asuma un riesgo innecesario y lo dilapide, quedándose sin ningún cargo ejecutivo. Todo hace pensar que la sapiencia de Martínez lo terminará de convencer que el mejor camino es priorizar su Chilecito natal y –luego de una ‘supuesta’ buena gestión- apuntar a la Gobernación más adelante (2019).
Más allá de todos los análisis o alternativas que hay en juego, existe una certeza: si Martínez se decide por luchar en persona para ser el Heredero de Fonzalida, tiene un altísimo porcentaje de conseguirlo… ¿Osará con desaprovechar esa oportunidad?
En varias oportunidades, Fonzalida definió a Martínez como un “simulador de la Política, que viene a gritar pero no hace nada”. En el 2015, Mashasha tendrá la concreta posibilidad de demostrarle a su histórico enemigo que está equivocado… ¿Lo hará?