Durante el medio día del martes, el remisero que en su momento fue demorado por la justicia quedando en la mira por la desaparición de la joven, aseguró que si bien la investigación está en proceso, no está seguro de confiar en la palabra de la joven. “Espero que se investigue bien qué pasó y quién la llevó”, dijo.
“No sé si le creo. Yo creo que ella dijo que le pusieron un trapo en la boca, le dieron palos y la cargaron, pero algunos compañeros dicen que la vieron salir y subir a un auto“, explicó.
“La dejé a las seis y media en el instituto, me dijo que iba a salir a las doce y no me contestó. Allí empezó todo el problema”, manifestó.
Finalmente, dijo que la familia de la joven nunca desconfió de él. “No me cierra la idea de que le pusieron un trapo en la cabeza, siendo que hay gente que dice haberla visto subir en un auto”, indicó. Dijo, en ese sentido, que no sabe con quién se fue el día de su desaparición.
¿Tuviste algún contacto con ella luego de su aparición? “Muy leve, pero más que nada con el padre. La vi normal“, respondió. “El padre dice que está investigando la justicia, no me contó nada”, agregó.
De la misma manera expresó que nunca sintió que la gente lo señalaba, aunque le afectó en su vida personal. “Estuve sin trabajar porque no tenía el auto, esto me causó un grave daño, por ello presentaré acciones legales contra quien sea necesario”, sostuvo.
¿Aceptaría volver a trabajar con ella? “No sé, por las dudas, quizás tenga otro percance y me coma un garrón de arriba de nuevo”, advirtió.