Tiene bronca en los ojos y se pone colorado. La vena del cuello parece a punto de estallar. Vestido de verde, con la chomba del equipo de Junín, más que el técnico que debutará esta noche es una versión small del increíble Hulk. En Buenos Aires, Victorio Nicolás Cocco le dice que es un “vende humo”. Y el polémico entrenador lo más suave que le dice es “burro”. Son apenas postales del escándalo televisivo que se vivió anoche en Debate Final.
Hacía varios programas que Caruso acusaba a Cocco, presidente del gremio de los técnicos, de que no lo había defendido cuando el entrenador intentó cobrar la deuda de Arsenal, su último club. Y había acusado al ex mediocampista de San Lorenzo de ser cómplice de Julito Grondona, presidente del club de Sarandí. Por otro lado, se quejaba de que Sergio Rondina estaba dirigiendo al equipo y podía sentarse en el banco, a pesar de que el propio Caruso no había rescindido su contrato. A quien quisiera escucharlo, en Debate Final, donde participó en su rol de panelista hasta que decidió irse a Junín, o en otros medios, el técnico disparaba munición gruesa. Pero anoche superó todos los límites.
Después de contar las supuestas bondades de su gestión al frente del gremio de los técnicos, Cocco se cruzó fuerte con Caruso. Le reclamó que no es afiliado. “Tenías que pelear mi contrato”, le dijo el entrenador. “Sólo peleo contratos en blanco, no en negro”, contestó el dirigente. “Los huevos tengo negros”, devolvió Caruso. A partir de ese momento, hubo un ida y vuelta de acusaciones y hasta insultos. “Terminaste séptimo grado de casualidad”, fue la daga de Caruso. “Decís cualquier verdura, empaquetás a todos”, respondió Cocco.
El “contrato en negro” al que le apuntaba Cocco, según dijo el propio Caruso y luego su abogado, Oscar Perello, es un vínculo de derecho de imagen que firmó con Arsenal. “Mentiroso, ladrón”, gritaba Caruso, sacado, golpeando la mesa de vidrio del lobby del hotel donde se encontraba alojado, haciendo temblar el pocillo de café, que no voló de milagro. Y subió la apuesta: acusó a Cocco de cobrarles 10 mil dólares a los técnicos extranjeros para entregarles diplomas.
Después, definitivamente sacado, Caruso acusó a Cocco de eternizarse en el cargo, de cambiar cheques con la complicidad de dirigentes y de ser amigo y socio de directivos de la AFA.
Martín Liberman, conductor del programa, intentó apaciguar los ánimos. Cocco se levantó y estuvo a punto de irse. Caruso siguió bramando furia hasta en el corte. Con su teléfono celular de primera generación, sin whatsapp ni internet, llamaba a su abogado.
En el penúltimo bloque, ya sin Cocco en el estudio, ofreció sus disculpas. A esa hora, era trending topic en Twitter. El papelón mediático del entrenador y el presidente de la Asociación de Técnicos estaba consumado. Justo en las horas previas a comenzar su ciclo en Sarmiento, de lo que menos se hablaba es del equipo que pondrá esta noche frente a Godoy Cruz…