Redacción de RiojaLibre
Oscar Luna, Diego Narváez, Héctor Herrera, Darío Tissera y Paco Corzo tienen varias similitudes. Es cierto que fueron tildados de Quintelistas por estar en la Gestión Q al frente del Municipio, y luego pasaron al Paredismo al quedarse en la esfera municipal una vez que asumió Alberto Paredes Urquiza.
Esa es la visión más simplista: la raíz de fondo es que se trata de cinco líderes barriales que ‘chasquean los dedos’ y tienen varias cuadrillas a disposición para trabajar en los Barrios. Las Cuadrillas son imprescindibles para el cuidad y la limpieza de los Barrios, sobre todo en la periferia de la Ciudad.
No se trata de ser quintelista o paredista, se trata de ser dueños de un trabajo que es vital para cualquier Gestión. En esta transición, la Intendenta electa descubrió este panorama, y por eso va a la caza de los ‘caciques barriales’, porque sabe que sin ellos le sera cuasi imposible gobernar la Ciudad.
A cada uno con distintos cargos, por la magnitud de sus respectivos espacios, la Gestión que viene ya tanteo a estos, y otros tantos caciques barriales. Inés entendió que ese es el alma de la Gestión Municipal: las Cuadrillas que día a día salen a caminar las calles de los Barrios, a levantar basura, a emparejar calles, a reconstruir la Ciudad tras un temporal, etc.
Sin Cuadrillas no hay Gestión, sin estos caciques Barriales no hay Cuadrillas. La Intendenta electa lo sabe.