No hay dudas que Britney Spears fue uno de los símbolos sexuales que marcaron una época en donde se la coronó como la princesa del pop.
El tiempo y los excesos la alejaron de los escenarios por un tiempo y se notó un descuido en la imagen de la cantante, que ahora sale nuevamente a dar batalla, no sólo como artista sino también como ícono sensual.
Britney posó para la nueva portada de la revista Shape y se la ve en forma y muy sexy, muy distinta a la foto con celulitis de la semana pasada saliendo de un gimnasio en Los Ángeles… ¿abuso de photoshop?
Lo cierto es que se mostró como una mujer normal, y confesó que ama su trasero pero a veces lo odia: «Me cuesta mucho mantenerlo arriba. Tengo 31 años y me lleva más trabajo que antes», reveló.
También, dijo que intenta mantener saludable, pero que a veces, le cuesta: «Mis especialidades son los espaguetis, brownies y galletas de chocolate».