Redacción de RiojaLibre
Si en la Previa de las elecciones, uno hacía un análisis objetivo de cada lista, basándose en el ‘aparato’ y propaganda que cada una ostentaba, Acción Riojana se plantaba como favorita, incluso superando al PJ.
Páginas y páginas diarias de Publicidad en El Independiente, ‘canilla libre’ en Radio Fénix (se pagaron esas propagandas, y publinotas no? No queremos pensar que contrariamente a lo que regula la Ley de Medios, la radio es del Vicegobernador!!!), espacios centrales en las otras radios más importantes, propagandas en TV y publicidad ‘agobiante’ en Google, encuestadoras propias, varias Gigantografías en lugares claves, pasacalles por doquier, cartelería, etc.
Bosetti no se anduvo con chiquitas, invirtió a lo grande en Google e Internet. Era increíble querer jugar al Preguntados, o cualquier juego de este tipo, y ver cómo la propaganda de Acción Riojana aparecía cada vez que se perdía el turno. Lo mismo sucedía en Facebook y en las redes y páginas de Google más importantes. Ni el Hot Sale se salvó de la campaña publicitaria del Bosettismo.
Por otro lado, cada tuit del Vicegobernador superaba los 70 RT, siendo el más retuiteado de la campaña proselitista. El ‘acarreo de gente’ no se quedó atrás: en el acto de cierre de campaña de Acción Riojana, ellos mismos anunciaban que se había alcanzado las 3.000 personas. Curioso que dos días después, solo 1184 personas más lo voten. La gran pregunta: ¿fueron gratis todas esas personas a los actos bosettista? ¿Fueron gratis los RT?
Que lindo sería saber cuánto costaron las campañas de todos los partidos políticos que participaron el #4J, y sobre todo, de dónde salió ese dinero.
Ahora bien, el bosettismo podrá poner varias excusas para argumentar el rotundo fracaso en las urnas, pero no podrá decir que no tuvo las herramienta$ suficientes para que su propuesta llegue a la gente.
Con los millones que gastó el bosettismo en la campaña, cosechó solo 4.184 votos, solo 700 votos más que la austera Lucía Ávila, que blanqueó la financiación de su campaña: un préstamo de 100 mil pesos. Es decir, cada voto que logró Lucía tuvo un costo de $30,17 (100.000 dividido 3.314). Para calcular el costo de cada voto bosettista, un entendido en la materia nos confió que habría que multiplicar el costo del voto de Lucía por un 1.000 por ciento.
Más allá del dinero invertido (nunca sabremos cuánto fue realmente), te proponemos que te hagas las siguientes preguntas:
- ¿Cuántas Gigantografías del Bosettismo hubo? ¿Y cuántas de Lucía Ávila?
- ¿Cuánta publicidad del bosettismo viste en Internet? ¿Y cuánta de Lucía?
- ¿Cuántos pasacalles del bossetismo hubo? ¿Y cuántos de Lucía?
- ¿Cuántas entrevistas pagas del bosettismo hubo? ¿Y cuántas de Lucía?
- ¿Cuánta Publicidad del bosettismo en El Independiente hubo? ¿Y cuánta de Lucía?
La gran cantidad que diferencia unas respuestas y otras, no se justifica con la escasa diferencia de votos que hubo entre el bosettismo y la austera Lucía Ávila (REPETIMOS: SOLO 700 VOTOS).
Consecuentemente, no es erróneo afirmar que -además de Bosetti- el #4J también perdieron los TROLLS, perdió el descalabro publicitario, perdió la propaganda sin límites en Internet, perdieron las páginas de publicidad en El Independiente. En síntesis, perdió el DESPILFARRO DE DINERO. Afortundamente, el #4J nos demostró que las elecciones no las gana el QUE TIENE LA BILLETERA MÁS GRANDE.

