Redacción de RiojaLibre
Quizás nos sobrepasamos con el título, pero la gravedad institucional de lo sucedido lo amerita. NO NOS PODEMOS QUEDAR CALLADOS. NO PODEMOS HACER DE CUENTA QUE NO PASÓ NADA: EN PLENA DEMOCRACIA, HAY UNA FIGURA POLÍTICA PROSCRIPTA EN LA RIOJA.
El propio ex diputado Guillermo Galván acusó directamente a Julio Martínez de ser el responsable de que lo ‘bajen’ de una lista de candidatos. Galván dio detalles: “Hubo una fuerte presión del señor Ministro de Defensa de la Nación, donde, a través de otras personas, le comunican al señor Intendente que si sostenía mi candidatura se iban a suspender las ayudas económicas de obras públicas para el municipio de capital”.
A Julio Martínez se le achaca NO SOLO LA PROSCRIPCIÓN, SINO TAMBIÉN EXTORSIÓN. “Estamos frente a un acto de proscripción”, sentenció Galván.
Por su parte, Felipe Álvarez -viceintendente y cabeza de lista de la que fue ‘bajado’ Galván- respaldó las acusaciones de Galván, admitiendo que se recibieron presiones y apuntando a Julio Martínez: «son esas las prácticas de la vieja política que queremos combatir».
Tenemos a un candidato proscripto y a un Viceintendente denunciando PROSCRIPCIÓN, y como sociedad nos hacemos los desentendidos. Lo que sucedió ayer es gravísimo: ¿cómo podemos permitir que un candidato sea proscripto por el solo hecho de ‘no gustarle’ a Julio Martínez e Inés Brizuela y Doria?
Martínez e Inés fueron consultados al respecto, y se limitaron a decir que ‘nosotros no hablamos con el Intendente’. NOS TOMAN POR BOLUDOS: Galván no dijo que ellos llamaron a Paredes Urquiza, sino que presionaron en Nación para que desde allá llamen al Intendente. Y así fue: tras una discusión entre Rogelio Frigerio y Marcos Peña, el Intendente recibió el llamado del Jefe de Gabinete de la Nación para -por exigencia de Martínez- pedir la cabeza de Galván.
La postura del Municipio no era fácil: debía elegir entre las ‘obras’ y ‘recursos’ para los riojanos capitalinos, o la libertad de acción para conformar la lista.
Algunos dirigentes reconocen la gravedad del hecho, pero argumentan que ‘no nos escandalizamos porque no es la primera vez que pasa’. Peor aún para el martinismo. Durante años fueron ellos los que denunciaron al ex Gobernador por ‘presionar’ y ‘extorsionar’ para prohibir a un determinado candidato. Ahora son ellos los que ejecutan las viejas prácticas que denunciaron durante años.
Si a eso le sumamos las constantes denuncias por corrupción (2.000 millones de dólares a EEUU, 15 mil pistolas a Italia) e imputaciones que está padeciendo el Ministro de Defensa, concluimos que lejos de arrepentirnos del exabrupto en el título, lo ratificamos: SON LA MISMA MIERDA QUE DENUNCIAN.