Ana María contó que se cayó en la calle cuando regresaba de su trabajo, luego de visitar al doctor Revuelta en la clínica INCOR, este le dijo que lo mejor para su hernia de disco era operarse, luego de un año de esperar finalmente pudo realizarse la intervención quirúrgica.
La operación duró alrededor de 9 horas, y cuando finalizó le dijeron a su familia que fue complicada, ya que casi muere en el quirófano. Después de cuatro días internada abandonó la clínica para poder acompañar a sus hijas. “Entre lágrimas el doctor Revuelta me dijo, yo pensé que no ibas a caminar”.
Ana María dijo que luego de la operación ella nunca dejó de tener dolor, sin embargo el médico le decía que eso era psicológico, y les dijo a sus hijas que ella estaba loca y que no la iba a atender más.
“Yo le pedí que me haga una resonancia, él me dijo que para que, y ella le dijo que para que vea porque le dolía, pero la resonancia que le hizo, le había salido perfecta”, relató al mujer. Después de ese episodio el dejó al provincia y es cuando le dijeron que el doctor se fue y que había muerto.
Ya con nuevo médico le hicieron estudios y estos le detectaron que Ana María tenía secuelas de hernia de disco, lo que le provocaba dolor crónico.
Una junta médica pudo determinar que los dolores de Ana María no eran psicológicos sino que realmente tenia serios problemas.
María Ana dijo que en la actualidad vive con un permanente dolor y no puede desarrollar una vida normal, como se lo prometieron cuando le dijeron que era necesario ser operada, pide a los jueces que no sigan dilatando la resolución del juicio para poder hacer frente a sus necesidades y no ser una carga para sus hijas.