Estimados lectores, ante vuestra inquietud acerca de mis glándulas mamarias, y respetando sus opiniones como espero que logren respetar mis elecciones, procedo a regalarles una imagen recién capturada; confiando en que el bulling que han ejercido contra esta servidora mermará o se incrementará en proporción directa a vuestra inteligencia, humor y sentido común. A LA NACION le auguro un futuro cada vez mas exitoso a juzgar por la calidad de las temáticas que expone. No creo que el cuerpo humano ofenda, ya que es la obra de ingeniería mas perfecta jamás creada, sin importar raza, edad o discapacidades. Tampoco creo que haya que apoyar la cultura de la perfección, pues el resultado de ello deriva en cirugías, rellenos, mutilaciones, anorexias y bulimias entre otras delicias,- tendencias que seguramente también se llevarían vuestras críticas-. De modo que les propongo lo siguiente: aceptar la armonía de cada singularidad; evitar la tiranía de la eterna juventud, vivir y dejar vivir, y que cada uno de los que ha escrito algo en contra de mi escote suba una foto de sus pectorales en mi página www.facebook.com/inesestevezoficial Alli, para sus ansias de crítica destructiva, verán una reciente fotografía de mis tetas, tomada esta misma noche en una posición natural y hasta desfavorecedora, sin siliconas ni photoshop. Orgullosa estoy de ellas.


