Sobre la problemática, la licenciada indicó: “En los casos de acoso laboral o bullying las partes tienen que trabajar en procesos de acuerdo, en trabajar la tolerancia, en el respeto a los demás, en el reconocimiento a las diferencias. En lo que se conoce comúnmente como el trabajo a la diversidad, en la aceptación del otro como diferente en cuanto a tal. Las partes significan padres, compañeros y compañeras, y actores institucionales de la escuela, entendiéndose por todos los directivos, docentes, personal administrativo y de maestranza”.
“Lo primero que uno tiene que comprender, es que estos casos de acoso, maltrato o bullying en la escuela, en general uno como adulto termina enterándose indirectamente o cuando la situación se desborda. Por ello, es muy importante estar atentos a las señales que se van dando, que son previas, una broma, un comentario fuera de lugar, una situación en la que desconoloco a otra persona, o la abochorno frente a otras”, remarcó Moya.
“No hace falta ser psicólogo o psicopedagogo para eso, cualquiera de nosotros puede detectar una señal de este tipo y hacer inmediatamente la intervención, ‘eso no está permitido, eso no está bien’”.
En cuanto al acoso cibernético o virtual, manifestó: “Incluso en la virtualidad funcionan mucho más rápidos estos canales. Hay que atentos, atentos en la casa, cuando nuestros hijos reiteradamente nos dicen que no quieren ir a la escuela o ponen una excusa. A la víctima le cuesta muchísimo poder contar a sus referentes adultos lo qiue le está pasando, siente mucha vergüenza y miedo”