Redacción de RiojaLibre
´’Será una campaña atípica, porque donde vaya le van a reclamar por los baches, la basura y la falta de iluminación en las calles, ya le ha pasado’, fue la frase que confió a RL una experimentada fuente interna del Palacio Ramírez de Velasco.
Hay una realidad, y es que a menos de un mes de las elecciones, la Intendenta -increíblemente- no se muestra públicamente. Muy probablemente sea porque no tiene obras, iniciativas políticas, o programas de su Gestión para mostrar. Los pocos pasacalles que se ven de la Intendenta ponen como eje de Gestión al animalismo: ‘no más cautiverio’.
Inés Brizuela y Doria no puede mostrar asfaltado, no puede mostrar obras, no puede mostrar eficacia en los servicios públicos, no puede mostrar Gestión. Consecuentemente, salir al encuentro del vecino sin que le espere una catarata de reclamos y pedidos, es una misión imposible.
Ante ese panorama, la Intendenta decidió -por lo menos por ahora- ocultarse, refugiarse en su despacho y dirigir la campaña electoral para su reelección sentada desde el sillón de su oficina, donde graba videos como principal herramienta electoral.
Lo cierto es que con la imagen negativa por encima del 80%, la Jefa Comunal sabe que es una utopía pensar seriamente en la reelección. Incluso, algunos en su entorno sostienen que ‘no sería descabellado que unos días antes del comicio se baje, acordate que tiene el argumento de que ella convocó para el 22 de Octubre’.

