En el Parque de la Ciudad, la Secretaría General de la Gobernación y la empresa Studio Cinco Gym organizaron un evento denominado “La Rioja se mueve”, destinado a generar conciencia en la población sobre los problemas derivados de la obesidad y la inactividad física.
Allí estuvieron el secretario general de la Gobernación, Alberto Paredes Urquiza, junto a la organizadora y empresaria Petty Molina y el licenciado Sergio Verón, quien llegó a La Rioja convocado para el evento mientras se desempeña como especialista en el programa de TV Cuestión de Peso.
Molina advirtió que La Rioja tiene un alto índice de obesidad que alcanza al 51% de su población en distintos grados y eso lo planteó durante su disertación el licenciado Verón. “Son datos muy importantes que nos trajo sobre nuestras estadísticas de sobrepeso, que nos obligan a trabajar en forma conjunta tanto desde el Estado como desde el sector privado”, dijo Molina.
Para la empresaria, los problemas en La Rioja radican en “la mala alimentación y la poca o nula actividad física”. De hecho, contó que, a nivel país, solo el 1% de 40 millones de argentinos hace actividad física, mientras que en La Rioja llega solo al 0,01%, o sea nada”.
Por eso, aseguró que “hay que mover a la gente para que tenga mejor alimentación, mas energía y para que pueda desarrollarse en plenitud”.
Al respecto, Paredes Urquiza resaltó la iniciativa de Molina porque “se aboca al bienestar físico y mental de los riojanos y nos abre los ojos sobre aspectos que son complementarios a una tarea de gobierno pero que forman parte de la problemática de la sociedad”.
“Tenemos en marcha diversos programas complementarios para que la comunidad tome conciencia y se comprometa con su salud”, concluyó el funcionario.
La obesidad y sus consecuencias. Recomendaciones
Uno de los factores fundamentales de la hipertensión arterial es, precisamente, el exceso de peso. Cuando esto sucede, el objetivo prioritario es ir normalizando el peso: se logra eligiendo un plan alimentario adecuado.
No se exija bajar más de 1 kilo por semana, ya que de ser así podría padecer algún tipo de afección cardiovascular.
Pero antes que nada, debe concurrir a la consulta médica, para que le indiquen los pasos a seguir. También, a un nutricionista, para que juntos puedan establecer pautas generadoras de cambios.
Su alimentación debe estar basada en la reducción de sodio (sal) y ser rica en potasio, que contienen todas las carnes (rojas y blancas) y pescados como el salmón, el bacalao y las sardinas, y los productos derivados de la soja. También lo tienen las hortalizas, como el brócoli, las arvejas, las habas, los tomates, las papas (en especial, la cáscara), las batatas y el zapallo. Y las frutas: los cítricos, el melón, las bananas, el kiwi, ciruelas, etc. Asimismo, la leche y el yogur, y las nueces.
Cuanto más verduras y frutas frescas incluya en su alimentación, su presión arterial se mantendrá estable, siempre y cuando cumpla con la inclusión de los demás alimentos recomendados.
Además, debe sumar aportes suficientes de magnesio (té, pasas de uva, ananá, espinaca, brócoli, naranja, nueces, arándanos, porotos, granos enteros), que por su acción vasodilatadora ayuda a que no aumente la presión arterial, y de calcio (leches y derivados por sobre todo), que disminuyen el riesgo de desarrollar hipertensión.
Por otra parte, la ingesta de alcohol y de cafeína tiene que ser restringida.
La cantidad de sodio permitida será la que su especialista le indique, de acuerdo con su condición particular. La sal se puede reemplazar por condimentos y hierbas aromáticas:ajo, albahaca, clavo de olor, jugo de limón, menta, nuez moscada, orégano, páprika, perejil, pimienta, tomillo, vinagre de manzana.